El mercado laboral volvió a ofrecer otra señal de optimismo en EE.UU., con la reducción de la tasa de desempleo al 4.9 por ciento y una sólida creación de empleo en octubre, lo que allana el camino para la anticipada subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) en diciembre.
El pasado mes se generaron 161,000 nuevos empleos, y el reporte del Departamento de Trabajo revisó al alza los datos de septiembre (191,000 en lugar de 165,000) y agosto (176,000 en vez de 167,000).
Asimismo, parece confirmarse el arraigo de las presiones al alza sobre los salarios.
El salario por hora creció el mes pasado un 0.4 por ciento y se situó en 25.92 dólares, mientras que el incremento acumulado desde octubre de 2015 fue del 2.8 por ciento, el más rápido desde mediados de 2009.
Por su lado, la tasa de participación laboral, el número de personas que trabajan o buscan trabajo de manera activa, se ubicó en el 62.8 por ciento, levemente por debajo del 62.9 por ciento de septiembre, pero por encima del 62.5 por ciento de mediados de 2015.
Y un indicador paralelo, que analiza el número de personas que cuentan con empleo a tiempo parcial y prefieren uno a tiempo completo, disminuyó del 9.7 por ciento al 9.5 por ciento.
¿Alza, ahora sí?
Los economistas coinciden en que el buen dato facilita el camino para que la Fed lleve a cabo un ajuste monetario en su próxima y última reunión del año, en diciembre.
Los tipos de interés se encuentran actualmente entre el 0.25 por ciento y el 0.50 por ciento, después de la primera subida en casi una década realizada en diciembre de 2015.
“Las sólidas ganancias en empleo y la aceleración en el crecimiento de los salarios por hora aumentarán las expectativas de subida de tipos en diciembre”, afirmó Paul Ashworth, economista jefe de Capital Economics en declaraciones al diario Wall Street Journal.
Ashworth matizó, no obstante, que este escenario asume que “las elecciones no ponen un palo en la rueda” del buen comportamiento económico.
Precisamente, y debido a que el informe se da a conocer a apenas cuatro días antes de las elecciones presidenciales en EE.UU., que se disputan la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, ha sido objeto de variadas interpretaciones desde ambos bandos políticos.
Desde la Casa Blanca, Jason Furman, el director del Consejo de Asesores del presidente Barack Obama, subrayó: “El nivel de creación de empleo está bastante por encima del necesario para mantener una tasa de desempleo baja y estable”.
“El pasado año hemos visto el mayor auge de los salarios desde el final de la recesión”, remarcó Furman en un comunicado.
Por contra, Trump se encargó de remarcar que el informe cuenta también con sus puntos oscuros.
“Casi medio millón de personas dejaron la fuerza laboral el pasado mes, un doloroso y enorme bajón.
Aproximadamente un cuarto de la gente en edad de trabajar está desempleada”, remarcó Stephen Miller, director de política nacional de la campaña del aspirante republicano.
Para Trump, este reporte constata la debilidad del crecimiento económico durante el gobierno de Obama, que no ha superado el 3 por ciento anual.
El Producto Interior Bruto (PIB) de EE.UU. apenas ha crecido por encima del dos por ciento en los años posteriores a la aguda crisis de 2009, un ritmo que los economistas consideran poco habitual para los estándares de las recuperaciones en la primera economía global y achacan al bajo aumento de la productividad.
La propia Fed cuenta en sus estimaciones un crecimiento económico para 2016 del 1.8 por ciento y de dos por ciento para 2017.
“Seguramente vaya a satisfacer el deseo del Comité Monetario de la Fed (FOMC) de tener ‘más pruebas’ de que el mercado de trabajo y la inflación van en la buena dirección. Parece que el único obstáculo a la suba de las tasas en diciembre sería una reacción negativa de los mercados financieros a la elección presidencial”
Chris Williamson, de IHS Markit.
Consumidores gastan más
El ritmo del gasto de los consumidores estadounidenses tuvo un aumento firme tan solo en septiembre. Gran parte de ese gasto correspondió a artículos de precios altos como vehículos y casas.
Las ventas de vehículos se acercan a la cifra histórica del año pasado de más de 17 millones de unidades.
Aunque las ventas de casas se han estabilizado este año, alcanzan casi un nivel saludable de 5.5 millones de unidades. Sin embargo, las empresas han reducido sus inversiones en maquinaria, computadoras y demás equipo.
Las compañías han reducido este gasto en los últimos cuatro trimestres, el período más largo desde que la recesión terminó oficialmente a mediados de 2009.
La desaceleración en esas inversiones podría reflejar el nerviosismo suscitado por los comicios y la incertidumbre sobre la política económica del próximo presidente.
Crecimiento “anémico”
El crecimiento de la economía estadounidense aumentó a una tasa anual de 2.9 por ciento en el trimestre julio-septiembre, según cálculos del gobierno, que superan el 1.1 por ciento del primer semestre. Sin embargo, la mayoría de analistas prevé una expansión económica modesta para el trimestre octubre-diciembre, lo que hará que el crecimiento para todo 2016 sea de un anémico 1.8 por ciento. Los consumidores —el principal apoyo de la economía de Estados Unidos— muestran cierta fortaleza, aun cuando sus gastos disminuyeron en el período julio-septiembre.