La tradición beisbolera en Rivas, Nicaragua, no solo se ha centrado en la exportación de talento como el de Erasmo Ramírez, que juega para los Tampa Bay en Estados Unidos, pues desde hace 23 años un emprendedor se abrió paso con la elaboración de pelotas de alta calidad para el llamado deporte rey.
Se trata de Ernesto Henríquez, propietario de Industrias Rolling, en Rivas, al sur de la capital, quien con una inversión inicial de 54,000 dólares se dispuso a emprender el negocio de su vida.
“Fue para 1993 que tenía el capital, era una fortuna en ese entonces y me asocié con cuatro jóvenes más para iniciar el proyecto, pero puedo recordar que ese primer año fue un fracaso. Fue duro, se perdió la inversión porque no cumplimos con el estándar de calidad requerido”, comparte Henríquez.
Pero su perseverancia en la investigación y la misma necesidad de hacer rentable la inversión, llevaron a Henríquez a no desistir de elaborar pelotas que años más tarde acapararían el ochenta por ciento del mercado a nivel nacional y se posicionaría en los campeonatos de beisbol más importantes del país.
Para 1994, en compañía de ocho personas más, Henríquez lo volvió a intentar y logró la calidad necesaria para producir las pelotas de beisbol, desde la resistencia, elasticidad, peso y diámetro requerido para cumplir con la media internacional.
“Sabía que era un producto que tendría aceptación. Una vez que logramos la calidad suficiente iniciamos a ofrecer a los equipos locales, nacionales, alcaldías y al detalle. No ha sido fácil, pero buscamos la forma de mejorar cada día”, expresó el emprendedor.
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CONSTANTE REINVERSIÓN
Los años empezaron a transcurrir y Henríquez era multifuncional en ese negocio, velaba desde la producción hasta las ventas, el mercadeo y la logística.
Con frecuencia viajaba para buscar la materia prima que tuviera la calidad necesaria para elaborar una pelota que como mínimo tolere 200 golpes fuertes sin sufrir deformaciones.
Entre 1994 y 1999 Henríquez recuerda que proveyó de pelotas a la primera división de beisbol de Nicaragua y esos han sido los escenarios en los que se ha movido para saber qué debe mejorar en el producto e identificar las oportunidades para hacer negocio.
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“Y en la medida que fuimos gozando de mayor aceptación, también se agregaron más trabajadores y se necesitó de nuevas máquinas que adaptamos a la tecnología disponible para poder elaborarlas en el país”, dice el propietario de Industrias Rolling.
La empresa empezó produciendo entre 20,000 y 25,000 unidades al año, lo que equivalía a cien al día. Actualmente la capacidad instalada es de unas 800 diarias.
EDUCACIÓN ES PRIORIDAD
Uno de los principales aspectos que distinguen el liderazgo de este emprendedor es la importancia que le presta a la formación académica de su personal. Según Henríquez, si una persona labora para Industrias Rolling y no tiene educación básica, debe completarla, combinando las labores en el taller con su formación.
“En estos años hemos apoyado en sus estudios a 23 bachilleres y 14 profesionales que empezaron con nosotros y entendieron que la formación académica es muy importante para la persona. Algunos están, otros no, pero lo importante es que supieron aprovechar el tiempo, percibir dinero y estudiar”, expresó.
Y según su hija, Erika María Henríquez, quien le acompaña desde hace diez años en ese giro de negocio, su padre ha sido un motivador de diferentes generaciones de trabajadores que han llegado a Industrias Rolling.
“Si algo siempre tendré presente es la disciplina, el carisma y lucha de mi papá por sacar adelante el negocio y hacer del mismo una gran familia para todas las personas que somos parte”, expresa Erika María quien labora en la administración y se prepara para un día asumir la dirección total.
En la actualidad la empresa emplea a 48 personas, tanto hombres como mujeres y la idea —según padre e hija— es poder seguir ofreciendo a los aficionados de ese deporte la mejor experiencia, pues la elaboración de la pelota juega un papel determinante.
Y es así que Henríquez recomienda a cualquier emprendedor a que sueñe sin temor, pero que abrace su idea de día y noche, luche y persevere por alcanzarla.
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puntadas es la cantidad que requiere una pelota con estándar internacional, un diámetro mínimo de nueve pulgadas y que pese cinco onzas, asegura Ernesto Henríquez, propietario de Industrias Rolling.
EN NEGOCIACIONES PARA EXPORTAR
Uno de los sueños del propietario de Industrias Rolling, Ernesto Henríquez, es poder concretar negocios con clientes de otros países de la región centroamericana y el sur de América.
La tarea no parece ser fácil, pero Henríquez confía que en 2017 pueda cumplir con todos los requisitos y contar con la capacidad para abastecer esos pedidos.
“Hemos estado en reuniones con clientes en Honduras, El Salvador, Guatemala, Costa Rica y Argentina, de lo que estamos muy contentos de poder un paso y demostrar la calidad de nuestros productos que han utilizado reconocidos peloteros de la Liga Nacional y del Campeonato Germán Pomares”, destacó el emprendedor.
CONTACTO
Industrias Rolling está ubicada en San Jorge, Rivas, Nicaragua.
Correo electrónico: [email protected].
Teléfonos: 2563-2537, 8688-5464 y 8714-5187.
