Los representantes de derechos humanos existentes en el país calificaron de arbitraria la expulsión del país la madrugada del 14 de junio, del profesor estadounidense Evan Ellis.
La presidente del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, dijo que “es repudiable”. El secretario ejecutivo de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Marcos Carmona, por su parte indicó que el Gobierno violenta la Ley General de Migración y Extranjería (DGME), que establece que los ciudadanos extranjeros gozan de iguales derechos que los nacionales.
Núñez criticó además que las mismas autoridades de Migración en el Aeropuerto le otorgaron el ingreso a Ellis, tras presentar sus documentos en regla. “Lo más grave fue que del hotel de donde se alojó lo llegaron a sacar agentes de Migración a eso de las 11:45 de la noche”, sostuvo Núñez. Recordó la presidenta del Cenidh que los funcionarios del hotel son responsables de la seguridad de sus huéspedes.
“Consideramos que Nicaragua se está convirtiendo en una isla propiedad de Daniel Ortega”, lamentó la defensora de derechos humanos, quien expuso que con este hecho “queda en evidencia que aquí hay espionaje”.
El secretario de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), Álvaro Leiva Sánchez, por su parte, expresó que esta nueva expulsión de un extranjero por parte del gobierno de Daniel Ortega demuestra la intolerancia ante la discusión de temas como el Canal Interoceánico, que es rechazado por la población.
La presidenta del Cenidh dijo que lo peor es que Ellis únicamente asistió a una actividad pública, “él no ha dado declaraciones públicas de ningún tipo” y preguntó cómo tan solo el hecho de llegar a una actividad pública “lo convierte prácticamente en delincuente” para que haya sido expulsado.
“No hay una coherencia en cuanto al respeto de derechos humanos y la falta de tolerancia del Estado”, dijo Leiva Sánchez.
ANTECEDENTES
“Esta es una violación clara de derechos humanos de este ciudadano y otros que tenemos como antecedentes, Carlos Ponce, los abogados de Cejil, con expulsiones similares”, dijo Álvaro Leiva Sánchez.
“Por realizar un trabajo de derechos humanos y ciudadanos estos se miran expuestos a una situación de intolerancia del Gobierno”, lamentó Leiva.
Para Marcos Carmona este hecho también demuestra que en Nicaragua “no hay libertad individual, no hay libertad de pensamiento ni de opinión”.
Esto es parte de la represión a la que está expuesto el pueblo de Nicaragua, dijo Carmona.