En cola desde hace cuatro horas para comprar pollo, harina y aceite, Hilda García, de 63 años, se aprovisiona para las elecciones legislativas venezolanas de mañana: “Por si acaso trancan todo. Tengo temor de que vaya a haber plomo”, aseguró.
Enclavada en una colina de casas humildes en el este de Caracas, la barriada 23 de Enero, tradicional bastión chavista, vive el bullicio de un viernes particular. Faltan pocas horas para las votaciones y muchos, como Hilda, se levantaron temprano para ir a comprar porque temen desórdenes si la oposición gana la mayoría parlamentaria —como dicen las encuestas— por primera vez en 16 años de gobierno chavista.
“Todos quieren ganar, los chavistas y oposición, entonces uno se preocupa de que algo pueda pasar”, afirmó Whitney Rivas, una manicurista de 22 años.
El temor de la gente no es casual. El presidente Nicolás Maduro ha proclamado que los chavistas ganarán “como sea”. El líder opositor Henrique Capriles pide votos, pero considera que sería una “locura” salir a las calles a protestar.
TENSIÓN EN EL INTERIOR
En el interior del país la tensión es similar a la que se vive en la capital. “Hoy (ayer viernes) me iba a Mérida al novenario de un tío, pero mi familia me aconsejó quedarme en casa. Hay estrés por todos lados”, contó Mercedes Suárez, de 43 años, desde Maracaibo (oeste), segunda ciudad del país.
“Me dijeron que podía escasear la gasolina y me armé con una garrafa para tener en la casa, también llené el tanque”, aseguró Alberto Peña, de 40 años, mientras echaba combustible en una estación de servicio de Barquisimeto (oeste).
“Yo no voy a ir a dar clases. Traeré a mi mamá conmigo a mi casa el fin de semana, por cualquier emergencia quiero tenerla cerca”, declaró María Brenes, una profesora universitaria que vive en el oeste de Caracas.
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DÓLARES MÁS CAROS
Por estos días está difícil cambiar dólares por bolívares en el mercado negro. En vísperas de elecciones, la divisa se cotiza a 920 bolívares, 145 veces la tasa oficial más baja (6.30 bolívares) reservada para la importación de alimentos y medicinas.
“La gente piensa que si gana la oposición esto va a cambiar. Se especula que bajará mucho el precio del dólar, eso hace que se esperen para comprar”, comentó un cambista, cuya identidad se reserva.
En los cajeros automáticos se forman también largas filas. “Estamos sacando plata por si hay un zaperoco (alboroto)”, aseguró Maricela González, de 75 años, con un bolsa llena de bolívares (el billete de denominación más alta es de 100), a la salida de un banco del este de Caracas.
En el barrio 23 de Enero Hilda sigue haciendo fila, pero confía en que le falta poco para comprar. Ella no se hace mucho problema: “Yo estoy lista para ir a votar, después me quedo en mi casa quietita a esperar. ¡Que sea lo que Dios quiera!”, expresó.
MESAS DE VOTACIÓN
Las autoridades electorales venezolanas iniciaron ayer la instalación de 40,601 mesas de votación en todo el país, mientras oficialistas y opositores pusieron a punto su engranaje partidista para los comicios.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, dijo en un comunicado que “la distribución de las máquinas a los centros de votación se cumplió en 99.7 por ciento”.
El ministro de Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, informó de que ya están desplegados 163,019 militares en las 87 circunscripciones electorales en todo el país.
Las fuerzas armadas, a cargo de la seguridad y la logística en el proceso, contarán con el apoyo de más de 49,000 milicianos.