Centroamérica atraviesa una crisis de migrantes cubanos, algunos víctimas de las redes de tráfico ilícito de migrantes, que han viajado a diferentes partes de Latinoamérica para seguir su ruta hacia Norteamérica, ya que buscan desesperadamente pisar suelo estadounidense porque poseen el beneficio de la Ley de Ajuste cubano que facilita la residencia de los ciudadanos en este país.
Martha Cranshaw, experta en temas de Migración analiza la crisis que ha enfrentado a los gobiernos de Nicaragua y Costa Rica, principalmente. Cranshaw pertenece a una tercera generación de inmigrantes. Su abuelo vino de Inglaterra. Eso, dice ella, la hace mucho más abierta y sensible al tema migratorio.
¿Por qué hay tantos cubanos dejando Cuba?
Hay que tomar en cuenta la Ley de Ajuste cubano, que ha desatado muchas especulaciones respecto que ya se va a parar. Yo creo que mucha de esta gente se movió pensando que ahora o nunca tienen que pisar tierra estadounidense para reencontrarse con su familia o para cumplir su sueño americano, desconociendo de la actual situación de las leyes migratorias en Estados Unidos. Alguna de esa población viene desde Ecuador, porque Ecuador y Cuba tienen un sistema de libre visado. Este fenómeno de la migración ha sido creciente. Era esperado.
¿A partir de la nueva relación entre Cuba y Estados Unidos?
No. Pero como ellos son privilegiados en las políticas, porque el proceso de ellos es rápido comparado al de cualquier otro migrante de América Latina, entonces van así. Costa Rica ha señalado que en lo que va del año 13,000 cubanos han ingresado, a Honduras han entrado 15,000 y Panamá con cifras parecidas. Y no podemos fingir demencia, los coyotes y los traficantes de personas son los que mueven al migrante que va en busca del sueño americano, que a lo mejor a algunos les ha significado que es pesadilla americana, ¿pero cómo le quitás de la cabeza ese imaginario?
¿Para usted no es un sueño americano entonces?
Ya a estas alturas no es ningún sueño americano, están en condiciones de irregularidad, pasan muchos temores, miedos, hay mucha xenofobia, hay estados que verdaderamente los persiguen.
¿Entre estos cubanos que intentan cruzar hacia Estados Unidos hay redes de tráfico de personas?
Es muy probable pero no justifica que garrotee a los migrantes. Hay necesidad de que cada Estado realice una política con respecto a proteger el ingreso de esta gente. El canciller cubano dice claramente que esa población va viajando con documentos. Aquí se especuló que venían en condiciones ilegales. La gran mayoría de esa población trae su pasaporte y visa. Hemos sabido que cuando en Costa Rica han detectado que no tiene documento les entregan pasaportes provisionales.
Con determinado tiempo para cruzar el país.
Sí. Una sola salida. Hay que darle garrote a las redes de traficantes de personas, pero proteger los derechos de la población migrante. Requiere una comunicación entre los estados. Cada migrante indocumentado que viaja a Estados Unidos desde Nicaragua debe pagar 2,500 dólares dependiendo de donde salga. Ellos son los que están cometiendo el delito.
¿El peligro de las redes de tráfico de personas es una justificación del Gobierno para no dejar pasar a los migrantes?
Yo pienso que tiene que ver alguna protección de seguridad de este tipo. A mí no me ha quedado claro por qué tomaron esa medida, nunca la han explicado claramente. Pero hay un flujo migratorio de cubanos que este año ha cruzado por Nicaragua mediante un sistema concertado y de visado, en el que Costa Rica le daba siete días para cada migrante que ingresaba, 780 personas han cruzado así Nicaragua. Ya hay un antecedente de procedimiento. Las medidas de control riguroso lo que hacen es que la gente acuda al tráfico ilícito de migrantes.
¿Más bien estas medidas que tomó el Gobierno pueden desatar una red de tráfico de migrantes, entonces?
Ya han cruzado por Nicaragua y ahí están. Algunas han sido quebradas y seguro hay otras que no. Yo creo que la medida de Nicaragua, para tratar de ser razonable y comprensible, puede tener una explicación de ciertos temores y miedos de que cruce una red y se instale en Nicaragua.
Precisamente es el argumento del Gobierno, la seguridad del país.
Pero no la lanzaron contra los traficantes de personas, sino contra Costa Rica. A quien se ha responsabilizado es a Costa Rica. Nosotros no estamos interesados en ponernos a juzgar. La situación de los migrantes es lo que hay que abordar. La urgencia de atender a esa población no puede esperar. Ya sea cualquier alternativa.
¿Y qué solución puede dar Nicaragua ante esto?
Yo creo que la solución no es de Nicaragua, es de todos los involucrados, es decir, es un problema que está afectando a toda la región mesoamericana.
Nicaragua es el único país donde han tenido problemas.
En todos lados tienen dificultades para atender a esa población, se necesita una capacidad muy grande. Esta es una crisis humanitaria y se atiende asegurando su sobrevivencia y seguridad física. Nuestros países son sumamente pobres y en su presupuesto de la República no tienen esa capacidad. Se requiere declararla crisis humanitaria para que exista una intervención de las Naciones Unidas, la Cruz Roja internacional, los bomberos, etc.
¿Pero si vienen en condición de migrantes es necesario darle todas esas atenciones?
Es que, vamos a poner un nuevo término, ya son migrantes estancados. Lo que hizo Costa Rica fue ampliarle la visa. Tienen que comer y dormir.
El hogar y alimento lo está asumiendo Costa Rica.
Sí. Me imagino que a estas alturas los hombres y mujeres de buen corazón que existen en el mundo deben estar colaborando, incluyendo las organizaciones de migrantes nicaragüenses.
¿Todo este problema tiene que ver con el conflicto entre Costa Rica y Nicaragua?
Es lamentable que no tengamos capacidad de dialogar, porque diferencias siempre van a existir. Si se enfrascan en eso no van a encontrar ninguna salida, porque no están poniendo en la mesa lo que nos une, que es defender y tutelar los derechos humanos de esa población migrante. A mí me asombró el nivel de divergencia al que hemos llegado. No encontraron ambos países un espacio en común para que dijeran, por ejemplo: “Bueno, vamos a ir al SICA”.
Entiendo que el lunes va a haber reunión del SICA.
Ya hubo una.
Pero en las declaraciones doña Rosario dijo que el tema no estaba en agenda.
Porque las agendas se construyen antes de las propias reuniones. Tenemos serias dificultades en la comunicación como países, como gobiernos y como estados, tenemos dificultades para el diálogo y no estamos analizando qué es lo que hay que hacer con esta población.
¿Cree que esto haya sido una jugada de Costa Rica para, de alguna forma, intentar hacer quedar mal a Nicaragua?
Es especulación y en ese caso si vos tenés la razón ese sería el delito cometido por Costa Rica. Qué jugada más fantástica que hizo quedar mal a Nicaragua. Costa Rica es un perverso y metió a la gente, pero qué hubiera pasado si vos venís y le decís: “Hermanito lindo, esta marejada no la puedo atender de 10 en 10, de 20 en 20, sentémonos a ver cómo vamos a hacer”. ¿Se hubiera logrado la supuesta intención política de Costa Rica de poner en mal a Nicaragua? No. Si el Estado costarricense tenía esa intención salió de lujo, porque ahí hay violación de derechos humanos.
¿Y los conflictos políticos no tienen espacio acá? Porque al final son cubanos abandonando una Cuba dirigida por el régimen castrista.
No le echemos más leña al fuego de la que ya tiene. Sería grave que hubiera una separación de los castristas y los anticastristas o los que van por razones económicas. Yo creo que aquí el problema es humanitario. Ahora, ¿me querés decir que todos los que han salido son opositores al régimen?
Quizás no todos. Pero es una cantidad considerable de migrantes y no todos están saliendo de Cuba solo porque se les antoja.
Nosotros somos el país en América Latina que tiene más capacidad de entender la misma complejidad de los flujos migratorios porque nuestra misma población ha sido víctima de la xenofobia, de violaciones de derechos humanos, de represión, de muerte, de sanciones, de conflictos, si no no hubiera existido Natividad Canda. Nosotros somos la población que más tiene capacidad para entender, porque nosotros hemos tenido la experiencia de dónde nos aprieta el zapato.
¿Y si se supone que entendemos esa situación cómo es que está actuando Nicaragua así ante estos migrantes?
Yo creo que las posiciones de los gobiernos son los gobiernos las que las tienen que explicar, yo no puedo porque no lo entiendo. No es fácil para mí entender que Nicaragua no tenga capacidad para atender un flujo migratorio de esa cantidad, si en Semana Santa y Navidad los flujos migratorios de nicaragüenses e incluso de extranjeros por la frontera de Peñas Blancas alcanzan las quinientas mil personas. Entonces sí hay una capacidad en esa frontera. Cuando ocurrió el golpe de Estado en Honduras Nicaragua atendió a miles de ciudadanos hondureños que llegaron a la frontera en Nueva Segovia y Madriz. Se les metió en estadios, se les metió en escuelas. Si nos preparamos hay capacidad para recibirlos.
¿Nicaragua sí tiene un presupuesto para este tipo de emergencias?
Puede tener un presupuesto para atender este tipo de emergencias y si no lo tiene están los diputados para que lo puedan aprobar y si consideran que necesitan más están los mecanismos internacionales para solicitar apoyo.
Pero antes me dijo que Nicaragua no tiene esa capacidad económica.
Lo que te quise decir es que no hay ningún país en la región que está preparado económicamente para la magnitud de esos flujos. Quiere decir que Honduras le dio de comer al menos tres días a 15,000 ciudadanos cubanos, ponele precio a eso: un dólar diario por tres, son 45,000 dólares que no tenés en tu presupuesto. Más el agua, más el alojamiento. Nadie tiene en su presupuesto una cantidad tan grande, pero en todo caso tenés que decir “no estoy listo, no tengo el dinero”.
Lo que no me queda claro es por qué Nicaragua y los otros países deberían de asumir estos gastos si ellos no vienen a pedir refugio acá, solo el paso. Ellos son migrantes se supone que asumen sus propios gastos.
Pero los detuviste, allí estás afectándolos. Y si no les das pasada ¿qué van a hacer? Ahora, tenés razón. No debería ser así, pero ya estás en la situación. Si Nicaragua ha dado su visa de tres días, no le hubiera tocado ni un peso, más que el estampado de la visa. Hemos complicado las posibles salidas a esto. ¿Qué puede ocurrir si Nicaragua dice que no? Toda esa población va a solicitar asilo en Costa Rica. Si alguien no fleta un avión, si alguien no contrata un barco para llevarlos a otro punto cualquiera que este sea. Si los 1,600 decidieran regresar a Cuba, a estas alturas la gente ya no puede pagar ese boleto. Cualquier decisión tiene un costo.
¿Y esos costos quién los asume? Porque el pegón ahorita está aquí.
Pero es que vos querés reunirte conmigo que no soy ministro, que no soy directora de Migración, que no soy canciller y que te explique de dónde va a salir el dinero. Para empezar, no sé si ellos se están planteando que hay que hacer algo. Yo no he observado que haya la intención de pedir la ayuda de los organismos especializados. Cuando vos querés hacer algo empezás a ver en medio de la pobreza de dónde lo vas a sacar, pero hasta ahorita Nicaragua no ha dicho “la voy a pensar”.
A quien no le conviene que los migrantes lleguen es al mismo Estados Unidos. ¿Nicaragua le está haciendo un favor?
En realidad Nicaragua trasladó la frontera de México-Estados Unidos a Costa Rica-Nicaragua. Cualquiera que haya sido el motivo, el efecto es que aplicó una política de militarización de la frontera y que ha tenido saldos negativos. Este asunto puede generar en algunas poblaciones xenófobas y en autoridades otra reacción negativa al Gobierno de Nicaragua. Ahora, como sobran los xenófobos puede ser que alguna población nicaragüense sufra.
¿En Costa Rica?
En Costa Rica, en Estados Unidos, en Cuba mismo. Esta medida ha sido un poco confusa. Yo espero que todo mundo tenga cuatro dedos de frente para diferencias quiénes somos la población y quiénes son las autoridades. No pueden juzgarnos a nosotros como ciudadanos nicaragüenses por decisiones en las que nosotros no hemos participado.
PLANO PERSONAL
Martha Isabel Cranshaw Guerra es originaria de Managua.
Tiene 60 años, estuvo casada, crio a cuatro hijos y no tuvo ninguno propio.
Estudió Biología. En 1996 empezó a estudiar el tema migratorio. En 2006 constituyó Nicas Migrantes.
Le encanta cocinar y la jardinería. Asegura que está pensando en su candidatura para Miss Nicaragua tercera edad.
MIGRANTES Y REFUGIADOS
Martha Cranshaw dice que actualmente la humanidad está sometida a una serie de crisis que se originan en el hambre, conflictos bélicos, diferencias raciales, conflictos con las mujeres, creencias religiosas. “Estas crisis conducen a una altísima movilización de personas”, dice. “Lo que está pasando en Europa, la llegada de tal cantidad de refugiados no había ocurrido ni siquiera en la Segunda Guerra Mundial. Eso da una idea de la dimensión de esos fenómenos. Es como aparece en la Biblia, las siete plagas de Egipto. En este momento hay por lo menos cinco de las plagas y se han juntado todas a la vez. Es lo que hace que exista una alta movilidad humana”.
Ella establece las diferencias entre “migrante” y “refugiado”. “Moverte por libertad para trasladarte de un lugar a otro es migración. Pero por ejemplo, la población de Siria, que está sometida a una guerra interna tocó las puertas de Europa y ellos son solicitantes de asilo, porque es una población que no puede vivir en su propios país. El migrante va a depender de su trabajo. A un refugiado el Estado lo acoge”.