En el 2018, las universidades públicas y privadas deberán tener —entre otras cosas— bibliotecas actualizadas y laboratorios mejor equipados porque de lo contrario recibirán la acreditación del Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación (CNEA).
Orlando Mayorga, presidente del CNEA, afirma que todas las universidades públicas y privadas del país ya entregaron su informe de autoevaluación y que ahora son evaluadas por especialistas del CNEA para corroborar lo expuesto en esos informes y posteriormente presentarán sus planes de mejora.
Este plan deberá ser ejecutado por cada universidad durante los próximos tres años y una vez que culmine el proceso el CNEA verificará los alcances y entregará las acreditaciones, según Mayorga.
En el país hay 56 universidades públicas y privadas, según el Consejo Nacional de Universidades (CNU).
La autoevaluación universitaria estuvo enfocada en cuatro funciones: gestión social, proyección social, docencia e investigación.
¿PARA QUÉ EVALUARSE?
Lo que se busca con la autoevaluación es que “las universidades como instituciones cumplan ciertos estándares para que puedan llamarse universidades y que de aquí en adelante se quite el concepto de universidades de garaje. ¿Qué significa esto? Que la universidad tiene que invertir en su plan de mejorar la infraestructura”, apunta Mayorga. Los retos de las universidades, comenta Mayorga, están en infraestructura y docencia, pues la mayoría de los recintos requieren más bibliotecas actualizadas y docentes especializados en las áreas que imparten. Pero además, deben diseñar y ofrecer más programas de posgrados.
Ver en la versión impresa las páginas: 2 A