La agresión hacia otras personas son el reflejo de una serie de cadenas de violencia que pueden comenzar en el hogar, la escuela u otros espacios sociales, entre ellos la convivencia con las mascotas.
Según los expertos, la violencia se produce especialmente contra los seres vivos más vulnerables, que no se pueden defender ni cuentan con el apoyo necesario para denunciar o lograr que la crueldad sea sancionada.
La catedrática de la Escuela de Psicología de la estatal Universidad de Costa Rica (UCR), Mirta González, indicó que el primer problema viene desde la educación, ya que la sociedad está permitiendo niveles de violencia y no está tomando medidas para sensibilizar a las personas.
El maltrato hacia las mascotas es como una cadena de violencia, se empieza contra los animales, pero luego evoluciona en agresiones hacia los niños o las mujeres, manifestó González.
Datos de otros estudios, que fueron citados por la experta, indican que un 71 por ciento de la violencia intrafamiliar está relacionada con maltrato animal.
Según la psicóloga, en las estructuras de poder humanas, los animales se encuentran dentro de los niveles más bajos y las acciones de sus agresores se realizan sin miedo al control o a las represalias, lo que tienden a facilitar la conducta agresiva.
Los niños pueden tomar un animal y herirlo sin querer, por eso desde pequeños se les debe enseñar ciertas conductas con las demás personas y los seres vivos, el problema se agrava cuando un adulto disfruta de las agresiones y las ve como algo natural, afirmó González.
Necesitamos una ley, pero ante todo una educación, muchos ven un cachorro hermoso, pero cuando crece lo abandonan porque ya no es tan bonito, no entienden que es un compromiso para toda la vida, expresó Álvarez, veterinaria, propietaria del refugio animal Acoproba.
Animales atropellados, sin una pata, con cicatrices que todavía se pueden ver, algunos ciegos, y otros a los que se presume les cortaron las cuerdas vocales, son parte de los casos que se ven en el refugio de Acoproba.
Por estas razones es que los activistas y grupos sociales solicitan a las autoridades gubernamentales mejores controles y una mayor educación a los niños, para así disminuir significativamente el número de casos de animales afectados.
LA LEY
Costa Rica, a diferencia de otros países de Latinoamérica como Chile, Argentina, México o Colombia, entre otros, no cuenta con un ley que proteja los abusos hacia los animales.
Un proyecto llamado Ley de Bienestar Animal, que se encuentra en la Asamblea Legislativa, aún sin avances, pretende castigar con penas de hasta tres años de prisión y multas económicas a quienes torturen, maltraten y maten a los animales sin justificación.
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