El examen de admisión de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) estuvo más accesible este año, sin embargo solo 126 bachilleres de los 2,513 que se presentaron a la prueba lo aprobaron con más de sesenta por ciento y siete de ellos obtuvieron cien puntos.
Es decir que el rendimiento fue de 5.01 por ciento este año, tres puntos porcentuales menos que los registrados el año pasado cuando 208 estudiantes de 2,600 lo aprobaron, de acuerdo con los datos oficiales de la universidad.
[doap_box title=”Formación docente” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]Aunque el hecho de publicar los modelos de exámenes anteriores ayudó a que los estudiantes se prepararan mejor, según Diego Muñoz, secretario general de la UNI, el sistema escolar necesita mayor inversión y mejores maestros que ayuden a resolver el tema de la calidad.
“Lo que necesitamos acá es capacitación, que los maestros dominen todas las técnicas necesarias que hay hoy en día, que tengan acceso a internet para preparar sus clases, que tengan su laptop para preparar su clases y que realmente mejoremos en todos los sentidos”, indicó Muñoz.
Pero además, urge invertir más recursos en educación hasta conseguir el siete por ciento del Producto Interno Bruto que recomiendan las organizaciones internacionales para la educación.[/doap_box]
Con estos resultados la UNI distribuyó sus 1,450 cupos aprobados para este año, pero el secretario general de la UNI, Diego Muñoz, explicó que el examen no es el único requisito que se considera al momento de ponderar los mejores promedios para llenar las 12 carreras que ofrecen.
Pero si hay siete estudiantes de cien y varios estudiantes sacaron 95 (puntos) quiere decir que el examen estuvo accesible, apunta Muñoz.
Además, para prepararse los bachilleres resolvieron los últimos diez exámenes aplicados por esta universidad y recibieron, en el caso de los centros públicos, un curso de reforzamiento escolar durante cinco meses.
La prueba de admisión estaba conformada por veinte ejercicios de álgebra, aritmética, geometría euclidiana, funciones variables reales y geometría analítica plana.
Las preguntas más contestadas fueron las de aritméticas y álgebra, afirma Muñoz, quien además afirmó que juntas representaron el 35 por ciento del examen de admisión.
Donde hubo más fallas fue en la parte de geometría analítica y geometría euclidiana (…) falta un poquito más de profundidad (en la enseñanza de esos temas) porque son temas que los ven en la última parte de quinto año y quizás realmente no profundizaron bastante, apunta el secretario general de la UNI.
El examen, diseñado por la Comisión de Matemáticas, evalúa el saber, el hacer y el saber-hacer. En este último, explica Muñoz, el estudiante debe demostrar que además de saber la teoría tiene capacidades para razonar y aplicar los conocimientos y es aquí donde presentaron más dificultades.
Los mejores resultados de aprobación lo obtuvieron bachilleres de Carazo, Matagalpa, Masaya y Rivas.
EXÁMENES ANTERIORES SIRVIERON DE GUÍA
Seis de los siete estudiantes que obtuvieron cien puntos participaron en la conferencia brindada por las autoridades de la UNI. Kevin García Vallejos es uno de ellos y reconoce que el examen estuvo más fácil este año.
Él, al igual que todos los bachilleres que se enfrentaron a la prueba de la UNI, accedió a los últimos diez exámenes aplicados por esta universidad.
El secretario general de la UNI destaca que de los siete estudiantes que sacaron la máxima calificación en la prueba, cuatro pertenecen a la Academia de Matemáticas que impulsa la universidad con la Fundación Uno y otro de los estudiantes egresó del Instituto de Excelencia Académica-Sandino (Ideas).
Los siete estudiantes además presentaron promedios escolares de 95 a cien y ahora recibirán becas de tipo A que garantizará 1,600 córdobas mensuales a cada bachiller.
HAY QUE PRACTICAR MÁS
Cuando Aura Rosa Sánchez recibió la llamada de parte de la UNI, estaba lavando ropa en su casa. No podía creer que su hijo, Anthony Reyes Sánchez, es uno de los siete bachilleres que obtuvieron la nota máxima en la prueba de admisión de esa universidad. Reyes Sánchez, egresado del colegio público José Dolores Estrada, estudiará Ingeniería Electrónica y dice que las matemáticas no son difíciles, todo está en la práctica. Él dice que dedicaba dos horas por día para practicar los números y así se fue perfeccionando en matemáticas.
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