La amenaza a la subsistencia de más de doscientas mil familias de productores asociados en cooperativas, su falta de continuidad como proveedores a las grandes industrias y obligarles a buscar otras formas de trabajo son los riesgos que para el gremio trae la reforma a Ley de Concertación Tributaria (LCT).
“Con esta ley el que gana menos paga más (impuestos), es una realidad macabra”, dijo Sinforiano Cáceres, presidente de la Federación Nacional de Cooperativas (Fenacoop), al expresar su desacuerdo con la propuesta de reforma del Gobierno y al dictamen de la ley elaborado por los diputados sandinistas en la Comisión Económica de la Asamblea Nacional.
Lejos de considerar que los cambios en la LCT, negociados entre el Gobierno y el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), mejoran el tratamiento fiscal a las cooperativas, Cáceres afirmó que “nos arrincona porque afecta la producción en la medida que el sujeto que la produce esté inestable y con incertidumbre”.
El dictamen de la reforma tributaria exonera a las cooperativas del pago del Impuesto sobre la Renta (IR) las rentas brutas anuales hasta cuarenta millones de córdobas. Pero les hará pagar el IR sobre los excedentes de esa cifra monetaria, aunque deduciendo los gastos de operación.
A través del artículo 63 de la LCT las cooperativas quedarán obligadas a liquidar y pagar el anticipo mensual del uno por ciento del Pago Mínimo sobre el margen de comercialización, sobre el excedente de los cuarenta millones de córdobas.
“Tendríamos una reducción de empleos, tendríamos una reducción de procesos agroindustriales en manos de cooperativas y tendríamos una cadena de valor más ineficiente, más costosa y creo que volvería al país menos competitivo”, aseguró Cáceres sobre los efectos de las medidas fiscales.
Ariel Bucardo, presidente del Consejo Nacional de Cooperativas (Conacoop), dijo ayer en la Comisión Económica de la Asamblea que hay cooperativas que tributan doble, primero como productores y segundo como cooperativas.
“En este sector, que somos 5,100 cooperativas que tienen 285,000 familias incorporadas, la mayoría son pequeños empresarios que requieren de un régimen especial. Se habla que están exentos hasta cuarenta millones de córdobas las cooperativas y que después de eso se paga, pero que debe retenérsele el uno por ciento. Hemos planteado también que el retenerle el uno por ciento anticipado a las cooperativas es llevar a que paguen todas, incluyendo las que tienen menos de cuarenta millones”, afirmó Bucardo.
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