Saúl Martínez
José Berríos Valverde, de 33 años, prometió hace una década migrar a los Estados Unidos en busca de un mejor porvenir, pero en su intento sufrió un derrame cerebral y su madre, contra viento y marea, pudo trasladarlo a Chinandega.
Brenda Azucena Mayorga Valverde es la única de cuatro hermanos que apoya a José por su voluntad de no dejarse vencer.
“Mi hermano se bachilleró e hizo un año de estudios universitarios, pero quiso viajar y ayudar a mi madre, pero no se pudo. Cuando se enfermó allá en México no quiso que nos avisaran, pero una vecina sí llamó. Para traerlo nos ayudaron muchos amigos, mi madre prestó dinero, vendió sus cosas y lo trajo con apoyo del Gobierno de México”, comentó Brenda.
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En estos días se le ve al joven tratando de ayudar con ahínco a su madre en un puesto de venta la venta de gaseosas y agua helada en la zona norte del mercado central. José y su familia habitan una humilde casa del reparto Santa Patricia.
Blanca Azucena Valverde relató el sufrimiento que experimentó al ver partir a su hijo en busca del sueño americano.
“Yo le dije que no viajara porque he preferido tener a mis hijos aquí. Él llegó a Guatemala y al no avanzar traté de que regresara, pero se quedó porque unos familiares llamaron de Estados Unidos que le iban a ayudar a pasar, pero luego desistieron cuando él ya estaba en México”, contó la señora.
Hace dos años supo que su hijo sufrió un derrame cerebral y estaba postrado en un hospital de Ciudad Hidalgo. Doña Blanca prestó dinero, vendió lo poco que tenía para viajar y lo trasladó al Hospital España en Chinandega.
“Mi hijo quisiera tener buenas sus manos para trabajar. Tengo toda la fe que el Señor me lo aliviará”, dice su progenitora, quien aún lucha con los problemas económicos para saldar cuentas pendientes.
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