Lucía Navas
Precisamente esa dependencia es lo que eleva el riesgo país y perjudica la calificación de parte de Moody’s para quien se “sigue afrontando a vulnerabilidades externas significativas”, por la dependencia de Venezuela.
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Con esa nueva visión externa es que el Banco Central de Nicaragua (BCN) apuesta a la emisión de deuda soberana al representar una alternativa de financiamiento, ampliamente utilizada en el mercado internacional de capitales. De Centroamérica, solo Nicaragua no emite deuda pública en el exterior.
El BCN reconoce que la decisión de emitir deuda pública externa conlleva una serie de medidas financieras, legales y administrativas que requieren un proceso anticipado de planificación e implementación.
Recuerda que en el resto de países latinoamericanos el proceso “generalmente ha tomado de uno a dos años de preparación y ejecución”.
“Los avances del país se han concentrado en conocer, sobre estos procesos de emisión soberana internacional, a la vez que se continúan impulsando temas estratégicos como desarrollar el mercado doméstico de deuda, asegurar la sostenibilidad de la deuda pública, identificar proyectos estratégicos a ser financiados con recursos excepcionales y el alcanzar una mejor calificación de riesgo soberano del país”, se indica.
[/doap_box][doap_box title=”A detalle” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
5.5-7.5% de interés deben pagar esos bonos públicos para que sea rentable y manejable en el esquema del endeudamiento estatal, y a plazos largos.
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Las autoridades del gabinete económico de Nicaragua iniciaron el acercamiento con la agencia calificadora internacional Moody’s Investors Service, a fin de que a corto plazo le mejore la calificación de riesgo de inversión al país.
La agencia y las autoridades del Banco Central de Nicaragua (BCN) confirmaron a LA PRENSA ese acercamiento. Este país posee posee la calificación de la deuda de Gobierno en moneda local y extranjera en B3 con perspectiva estable, de las más bajas.
La agencia sustenta que “la vulnerabilidad a riesgo económico es alta debido a considerables déficits de cuenta corriente, cuyo promedio ha sido de 12 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en los últimos tres años”.
Moody’s ve un posible deterioro del déficit en 2013 y 2014 por el menor volumen de exportaciones de café y por la alta dependencia del acuerdo de Petrocaribe con Venezuela.
BUSCAN CAPTAR FONDOS EN MERCADO INTERNACIONAL
La intención de mejorar la calificación del riesgo de inversión de Nicaragua se debe al interés del BCN y del Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP) de captar fondos en el mercado internacional mediante la oferta de bonos públicos. Esta es la opción del Gobierno para obtener fondos adicionales para cubrir parte del déficit presupuestario, debido al tope de la capacidad de los bancos que operan en Nicaragua para captar la deuda pública que se emite.
Pero la tarea no es fácil. Moody’s tiene una calificación asignada al Gobierno de Nicaragua desde 1998 y desde entonces monitorea el perfil crediticio de manera continua. Una vez al año se hace la evaluación.
“El propósito de las calificaciones es informar a inversionistas sobre la opinión de Moody’s en relación con el perfil de riesgo crediticio de cualquier país”, explica Ariane Ortiz Marrufo, analista de Grupo de Riesgo Soberano de Moody´s, a cargo de la relación con el Gobierno nicaragüense.
Señala que el análisis se realiza bajo un marco metodológico, “el cual incluye diferentes factores de riesgo y fortalezas” como “institucionales y de susceptibilidad a eventos de riesgo forman parte de nuestro marco metodológico para determinar una calificación, en conjunto con otros factores”, afirma Ortiz.
TOCA ESPERAR
Si bien el BCN y al MHCP no están de acuerdo con la calificación, lo único que pueden hacer es fortalecer su relación con Moody’s “con el objeto de que esta agencia tenga un mejor entendimiento del país”, señala el Banco Central a las consultas hechas vía electrónica.
Y es que un Gobierno no puede solicitar una revisión de la calificación a las agencias internacionales por ser evaluaciones independientes centradas en aspectos económicos, pero también pesan los indicadores políticos e institucionales de un país.
“Un Gobierno no puede solicitar que se revise la calificación soberana del país”, aclara Ortiz. El BCN confirma no haberla pedido.
Ortiz dice que “al tener una calificación pública tenemos la obligación de monitorear la calificación y mantener la vigencia de esta”.
Aunque explica que sí hay momentos en que se puede revisar pero si en Moody’s de manera independiente “consideramos que una calificación no refleja de manera adecuada el riesgo crediticio de un emisor/país”.
Esto, agrega Ortiz, se lo hacemos saber al Gobierno y tenemos una discusión en comité, para después determinar si la calificación debe ser modificada o no”.
BUSCARON RESPALDO
Sabiendo del peso de los organismos internacionales en cómo ven a Nicaragua, estratégicamente el BCN y Hacienda involucran al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (BM) en su diálogo con las agencias calificadoras.
El banco emisor menciona que eso implicó un cambio en las agendas de trabajo de las reuniones claves como las anuales del FMI y el BM, “pasando de ser solo con las instituciones multilaterales y acreedores externos”, a abarcar “reuniones con agencias calificadoras, administradores de reservas y bancos de inversión”.
Sostienen las autoridades que en esos círculos “han logrado presentar los avances en materia macroeconómica”, como el aumento en los niveles de Reservas Internacionales, que en 2013 alcanzaron los 2 mil millones de dólares, “y la trayectoria sana de las finanzas públicas con la reducción en el saldo de deuda a PIB”.
Igual se provee la actualización de los indicadores de Nicaragua como el crecimiento económico entre el 4.5 y 5% los últimos tres años, el aumento del flujo de la Inversión Extranjera Directa (IED), que alcanzó los 1,358.4 millones de dólares en 2013.
“Adicionalmente, se ha informado sobre la atención de temas estructurales de nuestra economía, lo que mejora las perspectivas de crecimiento hacia mediano plazo. Así se han destacado avances en el fortalecimiento del sector eléctrico, las reformas en el ámbito tributario y de Seguridad Social, el fortalecimiento de la red de seguridad financiera, entre otros”, precisa el BCN.
MONITOREO ES IMPORTANTE COMO EL DIÁLOGO
Ortiz por su parte refiere que si bien el diálogo es “constante con las autoridades gubernamentales”, de Nicaragua, también “el monitoreo de las condiciones económicas y financieras, de las finanzas públicas de Nicaragua y otros factores que consideramos relevantes para propósitos de la calificación”.
La ejecutiva aclara que “Moody’s no provee recomendaciones de ningún tipo a los gobiernos que califica”. Pero sí que la comunicación es constante con el Gobierno nicaragüense haciéndoles llegar información “que ellos consideran relevante para nuestro análisis”.
Igualmente Moody’s pide los datos que requiere para sus análisis sobre la situación en general del país, no únicamente del ámbito económico, y además toma en cuenta la visión de otros sectores como el empresarial, los bancos y partidos políticos, por ejemplo. Y es que al ser el país a quien califican lo bueno que diga el Gobierno no basta ni solo lo económico.
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