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“Soy la influencia de muchos escritores, lo podés ver, con esta novela he tratado de buscar mi propio estilo y estoy en un reposo en busca de mi voz”. Carlos Manuel Téllez, escritor.

“Somos islas”

C arlos Manuel Téllez tiene 37 años, y una hija de año y medio que carga mientras habla de su novela, Una serpiente en mi boca, elegida por el Centro Nicaragüense de Escritores, el año pasado. Ha llegado puntual a la cita desde León donde reside. Lleva un bolso pañalero y una niña que ha heredado el color verde de sus ojos. La conversación inicia entre el balbuceo de la criatura que pide con voz chillona un caramelo, y el papá que promete conseguirlo luego, segundos después la plática toma su camino.

Marta Leonor González

Carlos Manuel Téllez tiene 37 años, y una hija de año y medio que carga mientras habla de su novela, Una serpiente en mi boca, elegida por el Centro Nicaragüense de Escritores, el año pasado. Ha llegado puntual a la cita desde León donde reside. Lleva un bolso pañalero y una niña que ha heredado el color verde de sus ojos. La conversación inicia entre el balbuceo de la criatura que pide con voz chillona un caramelo, y el papá que promete conseguirlo luego, segundos después la plática toma su camino.

¿El título de tu novela es una metáfora que representa, Hay una serpiente en mi boca?

Así es. En la metáfora podés ver a los personajes, uno le tira duro al otro, cada quien empieza a exorcizar sus demonios internos para hablar mal de los otros. En uno de los personajes hay un sueño recurrente que es una serpiente, y representa al esposo que la ataca física y sexualmente.

¿La familia se fragmenta. La violencia es parte de esa ruptura. Por qué elegiste hablar de esto?

Esta novela fueron cuentos que mandé al concurso María Teresa Sánchez del 2010 en la rama de cuentos y los pensé como tal. En el 2012, hice el libro como novela con esas mismas temáticas donde los padres sufren con los hijos, y los hijos sufren con el maltrato de los padres. De alguna manera abordé el tema de la familia porque en el 2010 se estaba gestando mi hija y de alguna manera eso me motivó a escribir la relación padres e hijos.

[doap_box title=”Estampas de la cotidianidad” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

Carlos Manuel Téllez, nació en 1977, en León. Estudió una licenciatura en Español en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua. En el 2004 publicó por primera vez uno de sus relatos en un diario nacional.

En el 2007 Fundación Libros para Niños le editó su segundo cuento: El semáforo.

En el 2008 escenificó en el Teatro Municipal José de la Cruz Mena la obra: Yo Rubén Darío, escrita y dirigida por su maestro José Manuel Plaza.

El dramaturgo Isidro Rodríguez Silva, ha expresado que su novela Hay una serpiente en mi boca, de la actual narrativa nicaragüense, es una metáfora de la vida cotidiana.

La voz narrativa se entreteje en una atmósfera compleja, donde cada personaje hilvana su vida, que se nutre de sus miedos, de sus rabias, de su yo interior reprimido, de sus vida insatisfecha, pero sobre todo de sus frustraciones entre ser y no ser.

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¿La locura se presenta como un personaje?

La locura como tal aparece pero no lo abordo como un tema novedoso, ya lo hizo Rosario Aguilar en Primavera sonámbula , Miguel de Cervantes con El Quijote, también está el desamor, el amor.

¿La violencia te afectó y por eso tocaste el tema?

No ninguna, también pasa que lo vemos en los noticieros, periódicos, me incómoda y quiero expresar mi propio sentir, la novela fue un método para hacerlo.

LIBROS Y AUTORES

¿Qué tipo de lecturas consumís?

Fijate que ahora es a Arquímedes González, un escritor con mucho futuro. Algunas novelas leonesas que hablan del escenario de la ciudad como un personaje.

¿Un libro que te haya impactado?

Albert Camus, El extranjero , El túnel de Ernesto Sabato, El muro de Sartre. En la actualidad me ha impactado la novela, El espectador de Javier González Blandino, novelas de Gloria Elena Espinosa y Rosario Aguilar.

¿En tu novela hay referencias musicales. ¿Qué tal te llevás con la música, qué preferís, influencias?

Sí en la novela esta. Tiene que ver con la música totalmente nicaragüense que me encanta y en la novela también lo reflejo, los juegos infantiles

¿Después que se publicó tu novela cambió algo en tu vida?

No ha cambiado nada. Curiosamente el editor de la novela me pregunta, qué esperaba de la novela, te digo lo que le dije a él, no espero aplausos, no espero fama, ni lucrarme económicamente de ella, lo que espero es que la crítica literaria lo diga, y ya lo dirán otras generaciones.

¿Hay un culto que los jóvenes narradores han desarrollado por los novelistas Roberto Bolaños y Julio Cortázar vos estás en lista de admiradores?

Soy un escritor tardío, empecé leyendo a los 19 años de edad, y escribiendo a los 23 años. El culto a Bolaños y Cortázar es merecido, pero en mi caso no es así, me hace falta mucha literatura que abarcar.

¿Estás leyendo a los narradores contemporáneos, otros novelistas me dicen que no los leen. Cómo ayuda en el proceso creativo?

Cuando dicen que no los han leído, se debe más a una especie de egoísmo, creo que es parte de una rivalidad, tal vez me equivoque, lo veo insano. Decir que no voy a leer al otro porque es parte de mi competencia, eso es inaudito, no lo considero viable, puedo aprender de ellos, he aprendido de Arquímedes González con su narrativa.

¿Cuál es tu mirada a los narradores y poetas jóvenes?

José Adiak Montoya decía en una entrevista que los 2000 los consideraba que eran una generación de archipiélagos, en eso concuerdo con él, porque creo que todos somos archipiélagos, somos islas, para creernos que somos una montaña después y eso totalmente es improductivo, deberíamos de unirnos como una generación de jóvenes para salir adelante.

¿Se necesita un diálogo para el proceso creativo?

Sí. La falta de diálogo afectará este proceso y a la literatura, porque si no nos unimos, no vamos a lograr salir del país.

¿Manuel Membreño decía que el cuento en Nicaragua ha entrado en una zona de confort. Cuál es tu apreciación al respecto?

No estoy de acuerdo cuando lo leí en LA PRENSA, porque la mayoría de los poetas en León son cuentistas, no está desatendido, la mayoría de los novelistas escriben cuentos, más bien el cuento tiene auge entre los escritores.

¿Manuel se refería al sentido estético y de la calidad?

Creo que el Centro Nicaragüense de Escritores está haciendo algo con los talleres, yo he asistido, el mismo Foro Nicaragüense de Cultura, también a través del programa de promoción de la lectura.

Cultura entrevista literatura archivo

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