Lucía Vargas C.
Cirilo Meneses Mora, de 28 años, oriundo de Los Malacos, recientemente culminó su carrera de periodismo, “animado” por las urgencias que enfrenta su comunidad. Ahora trabaja en la iglesia del lugar apoyando a la gente con la palabra de Dios, junto al pastor Francisco Cano. Esta comunidad rural dista de la ciudad de Granada a escasos tres kilómetros al Norte.
Hace pocos días la comunidad culminó la construcción de un aula para garantizar las primeras enseñanzas a unos 50 niños en edad preescolar y ante la falta de un maestro titulado los comunitarios imparten clases. Elba Pilarte, habitante del lugar, dijo que los niños estaban recibiendo clases sentados en el piso, en el patio de la Iglesia y otros eran llevados con muchos sacrificio a la escuela que queda a tres kilómetros.
“Como no es posible mandar a los niños hasta la escuela de El Fortín, decidimos atenderlos aquí mismo, por eso se hizo el esfuerzo de edificar el aula que será muy útil el año que viene”, dijo la mujer.
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Los miembros de la comunidad son bien unidos. Han logrado mantener un “Fondo Samaritano” para apoyar a las personas que se enferman, en la compra de medicinas, este se recauda con la venta de frutas u otros trabajos.
Los familiares piden un centro de salud en la comunidad, porque el más cercano queda a tres kilómetros.
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Es el único de esta comunidad que ha logrado llegar hasta la universidad y, aunque aún no saca su título por falta de dinero, asegura que escogió esa carrera para poder ayudar a su gente que se encuentra en abandono total de parte de las autoridades municipales. Para completar sus estudios Meneses trabajó en la zona franca.
“Aquí la palabra de Dios tiene mucha validez para levantar el ánimo de la gente que está decaída con los problemas económicos y enfermedades… Esta es una zona muy apartada, hay muchas necesidades tanto de infraestructura como de educación. La escuela está a tres kilómetros de la comunidad y el centro de salud también”, dijo el muchacho.
Explicó que la pobreza y el abandono de la comunidad (por parte de las autoridades) desmotiva a la gente para seguir estudiando. “Los hijos a veces, porque van a cuidar las vacas, a trabajar al campo, no estudian y además por la lejanía de la escuela. Hay niños que están entre 8 y 13 años que nunca han estudiado. Hay analfabetismo en la comunidad”, comentó.
El desempleo, la falta de tierras para sembrar, así como el desinterés de las autoridades municipales, son tres grandes obstáculos que enfrentan los pobladores de la comunidad rural Los Malacos. Es una zona colindante con la comunidad El Fortín, hasta donde deben caminar los niños en edad preescolar y los adolescentes para estudiar en el centro Miguel Larreynaga.
A pesar de la cercanía con Granada, los habitantes se sienten olvidados por las autoridades y demandan fuentes de empleo y progreso en el sitio para que las mujeres y hombres no sigan emigrando a Costa Rica.
Un camino accidentado y poco accesible durante el invierno divide a este poblado con el centro de la ciudad colonial. Cuando llueve la gente se queda varada en sus casas porque las corrientes por el lugar ya han arrebatado la vida a varias personas, por lo que piden con urgencia la construcción de un puente.
MEDIO SOBREVIVEN
Para medio sobrevivir la gente de este lugar se dedica a la extracción de leña y algunos habitantes compran frutas, sal y otros productos en el mercado de Granada para revenderlos en la comunidad.
Según datos oficiales de la municipalidad, este año se hizo posible la reparación del camino Santa Ana, Los Malacos y se concretó el proyecto denominado puente, vado Santa Ana, Los Malacos.
No obstante el pastor Francisco Cano dijo que es urgente un puente para garantizar la vida de los niños que deben cruzar el camino para ir a la escuela de El Fortín, porque solo se hizo el vado y durante el invierno la pasada por ese lugar es imposible.
“Aquí las corrientes son terribles y ya hubo dos personas muertas, hace varios años, arrastradas por la fuerte corriente, en el sector de Villa Sonja”, señaló Cano, quien es muy querido en la zona.
Las autoridades municipales han invitado a los pobladores de Los Malacos a participar en el próximo cabildo abierto que se realizará para que lleven sus peticiones de manera formal. “La población debe aprovechar los cabildos para pedir y exponer sus necesidades”, refirió la vocera de la Alcaldía, Marlene Urbina, al ser consultada.
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