Tania Sirias y César Úbeda
¿Qué hay detrás de las reformas a la Constitución Política de Nicaragua? Juristas y políticos coinciden en un punto: “Daniel Ortega pretende obtener el control total del Gobierno”, así como lo ejercía en 1980, antes de las reformas a la Carta Magna en 1995, donde se permitía la reelección y él tenía un control militar en el Estado.
Tampoco se mostró a favor de eliminar la segunda vuelta en las elecciones si no se logra la mayoría calificada para elegir a los presidentes de la República.
“Actualmente está el 40 por ciento o 35 por ciento, siempre y cuando vaya por encima de un cinco por ciento del segundo lugar”. Indicó que en otros países existe la reelección, pero en el caso específico de Nicaragua, debemos actuar en base a principios y características históricas que demuestran que no es lo correcto.
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13 han sido las reformas parciales a la Carta Magna
05 han sido las reformas totales que han requerido convocar a una constituyente.
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La propuesta de reformas a la Constitución plantea la derogación del artículo 152, donde se establece que “no podrán ser Ministros, Vice-Ministros, Presidentes o Directores de Entes Autónomos o Gubernamentales y Embajadores los militares en servicio activo”.
También se suprime el artículo 161, numeral 6, el cual establece que para ser magistrado de los Tribunales de Justicia “no” debe “ser militar en servicio activo, o siéndolo, “no haber renunciado por lo menos doce meses antes de la elección”.
El jurista constitucionalista Alejandro Serrano Caldera dijo no estar a favor de que los militares ocupen cargos en el Estado, ya que esto no es sano para la democracia, para el Estado de Derecho ni para nuestra historia política.
SEPARAR LO CIVIL Y MILITAR
Insistió en que se debe mantener la separación entre el poder militar y el civil de una manera clara y transparente. “Se debe establecer la subordinación del poder militar al civil, ya que mezclar esto no parece los más adecuado, pues debilita a la democracia y al Estado de Derecho”, dijo Serrano Caldera.
El general en retiro Hugo Torres, diputado al Parlamento Centroamericano, dijo que todo esto obedece al proyecto “fascista y dictatorial” de Ortega y su familia. Agregó que ya cuenta con la “cúpula empresarial comiendo en su mano”, tiene además a la Policía por lo que hacía falta el Ejército.
“En el Ejército las leyes son más claras, por lo que hasta el momento solo tenía en el Estado a militares retirados o familiares de los activos. El mensaje que manda a los oficiales activos es que si se portan bien tendrán sus cargos de ministros o directores gubernamentales”, señaló Torres.
El jurista Oscar Castillo coincidió con esa complacencia de Ortega con el Ejército, quedando demostrado con la eliminación de prohibición de “no renunciar al cargo militar” para poder ejercer cargos públicos.
Torres lamentó que Ortega ahora tiene controlado a los sindicatos, organizaciones de la sociedad civil, los partidos para que se logre un frente opositor en el país.
Para el constitucionalista Castillo, el proyecto de reformas constitucionales es una contrarreforma a las de 1995, que pretende legitimar lo actuado hasta la fecha por el Gobierno, donde el poder ejecutivo recupera el presidencialismo absoluto para controlar todos los poderes del Estado.
Torres afirmó que ve estas reformas constitucionales con mucha preocupación, ya que con esto pretende neutralizar al Ejército y tener vigilada y desarticulada a la sociedad civil. “No le veo razón poner militares en cargos del Estado, cuando hay profesionales con capacidad en la vida civil”.
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