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Pueblos que encantan

Entre cuarenta y cincuenta kilómetros de distancia de la ciudad de Managua, un conjunto de pueblos muy cercanos uno del otro se asoman al turista, brindando un clima agradable y un recorrido con mucha tradición. Son los llamados Pueblos Blancos de Nicaragua, un corredor turístico que no se puede perder.

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Imágenes de los Pueblos Blancos

Por Róger Almanza G.

Entre cuarenta y cincuenta kilómetros de distancia de la ciudad de Managua, un conjunto de pueblos muy cercanos uno del otro se asoman al turista, brindando un clima agradable y un recorrido con mucha tradición. Son los llamados Pueblos Blancos de Nicaragua, un corredor turístico que no se puede perder.

Llegando a Diriomo estará a un paso de Diriá y cruzando la carretera se llega a San Juan de Oriente y Catarina. Al Este, Niquinohomo, Masatepe y Nandasmo. Se trata de pequeñas localidades donde sus pobladores abren las puertas al visitante para ofrecer la hospitalidad y los productos que, en pequeños talleres de artesanías o jardines de flores hermosas y plantas exóticas, son ofrecidas por sus habitantes.

En cada uno de estos pueblos se pueden apreciar pequeñas casas de adobe, con paredes pintadas de blanco y puertas de rústica madera.

Es precisamente por lo común de sus casitas blancas que un día, a inicio de los años setenta, de acuerdo con el historiador Bayardo Cuadra, una amante de Nicaragua, de origen suizo y llamada Ingrid Bohlig, empezó a nombrar a este grupo de pequeños pueblos como Pueblos Blancos, y así su nombre ha quedado a lo largo de los años.

Pero los cuentos de camino han relacionado su nombre con la brujería que se practica en pueblos como Diriomo, una fama que de acuerdo con Cuadra, aún persiste.

La magia comienza en Catarina

Catarina da la bienvenida con exóticos colores de piezas artesanales hechas por artistas de la zona. Aquí en cada esquina se pueden encontrar talleres de artesanos que trabajan la piedra, el barro y la madera.

Con cien córdobas puede comenzar sus compras y llevarse un poco de la magia de Catarina, hasta gastar algunos miles de córdobas en piezas como mesas de concreto para jardines o juegos de salas para su hogar.

Subiendo hacia El Mirador, se pasa por los jardines de Catarina, una línea de viveros donde comprar plantas ornamentales para decorar su casa será una tentación.

Un poco más arriba se llega al Mirador de Catarina, donde se puede apreciar la bella laguna de Apoyo y de trasfondo el lago de Nicaragua, Cocibolca. La entrada al Mirador tiene un costo que varía para el visitante que llega en automóvil o a pie.

Es en el Mirador donde puede aprovechar su llegada y decidir entre los restaurantes que abren sus puertas al turista con un variado menú o aquellos pequeños bares donde puede refrescarse y picar algún bocadillo.

En Catarina puede recorrer a caballo los senderos hasta la laguna o simplemente descansar en las bancas que se ubican al frente del hermoso paisaje.

No se detenga

San Juan de Oriente es el pueblo que continúa en este corredor turístico, un lugar donde se produce gran parte de la mejor cerámica del país. Aproveche y regatee con los artesanos buenas piezas de sus talleres.

Diriá y Diriomo son los llamados pueblos brujos, aquí la historia popular lo puede llevar a conocer famosas curanderas y escuchar historias de brujas, que pueden descubrir la razón de su mala suerte o donde se encuentran objetos perdidos.

Además de brujerías y hechizos, Diriomo es famoso por su cajeta, es en este pueblo que se ubica una vieja casa, fundada en 1908, que guarda el secreto de la mejor cajeta del país. La tiene que probar.

El final de este corredor turístico llega a tres pueblos, que visitarlos será un paseo relajante antes de regresar a Managua. Se trata de Niquinohomo, cuna del héroe nacional Augusto C. Sandino. Los pueblos vecinos como Nandasmo y Masatepe, donde podrá tomar una taza de sopa de mondongo y optar por comprar muebles de madera de alta calidad. Solo con este recorrido puede decir que ya conoce los Pueblos Blancos de Nicaragua.

Visitar estos pueblos le puede tomar un máximo de cuatro horas, dependiendo del tiempo que le tome apreciar las maravillas que este corredor turístico le ofrece. En Catarina, la entrada al Mirador para el peatón nacional cuesta C$$2 , peatón extranjero US$$1 . Visitantes en motocicletas C$$10 , microbuses C$$40 , bus nacional C$$100 y bus internacional C$$150 .

Comer en Catarina puede costarle desde los C$$80 hasta los C$$160 .

El paseo por los senderos de la laguna de Apoyo tiene un precio desde C$$50 hasta C$$300 , en dependencia del tiempo del recorrido.

Las famosas cajetas de Diriomo varían en sabores y precios, pero se puede comprar por media libra entre C$$34 y C$$80 .

Aunque en estos pueblos no hay una oferta de vida nocturna, sí existen opciones donde quedarse, como en Catarina y algunos pequeños hospedajes sobre la carretera que lleva a Diriomo. Los precios rondan desde C$$300 hasta US$$40 la noche por persona.

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