Elízabeth Romero
Para el abogado del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Carlos Guadamuz, la situación que por más de cinco años han sufrido los adultos mayores en su demanda de una pensión reducida es “una muerte lenta”.
Y al no tener eco sus presiones “estas personas viven un proceso de malos tratos en su dignidad”.
En los últimos días los ancianos organizados se ha desplazado por diferentes puntos, han parado el tráfico, se han movilizado hasta la Asamblea Nacional, a la residencia de la familia Ortega Murillo, con el fin de llamar la atención, pero sus demandas no han sido escuchadas.
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La insensibilidad no es solo del ejecutivo, es de todos los poderes del Estado, apunta el abogado del Cenidh.
Guadamuz señala que desde un inicio el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) les negó a estas personas la pensión, lo que obligó a muchas a iniciar una demanda judicial cuyas resoluciones son “retardadas”. Muchas veces han emitido fallos cuando los ancianos ya han fallecido.
Otros mientras tanto “lentamente van muriendo en el sentido de no tener trabajo, de no gozar del alimento, no tener una pensión”, manifiesta Guadamuz.
Esta situación no solo es considerada por el abogado como ilegal, sino también como ofensiva a la dignidad del ser humano.
Guadamuz manifestó que la forma en que el gobierno del presidente inconstitucional Daniel Ortega ha manejado el tema “es una violación flagrante y sistemática al orden constitucional del país, así como al orden internacional”.
El Sistema Interamericano de Derechos Humanos —subraya el abogado— aconseja que en países como Nicaragua, donde la seguridad social es insuficiente, con un techo por debajo de estándares internacionales, los Estados garanticen a los pensionados procesos judiciales rápidos. Eso no ocurre en Nicaragua.
Según Guadamuz el artículo 49 de la Ley de Seguridad Social quedó intacto, dejando pensiones reducidas, debido a la prohibición internacional de no retroceder en materia de derechos alcanzados por los trabajadores.
No obstante, el año pasado el Cenidh recibió alrededor de 500 denuncias vinculadas con la seguridad social. Entre ellas destacaron los casos de ancianos que reclaman una pensión reducida.
El abogado del Cenidh considera que esta situación que sufren los adultos mayores debe servir para alertar a adultos y jóvenes de ahora, pues a su criterio “hay una amenaza de que esta situación empeore a mediano y largo plazo”.
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