GUATEMALA/AP
Mujeres violadas masivamente por soldados y exparamilitares rindieron ayer sus testimonios en el octavo día de audiencias ante el Tribunal de Sentencia de Mayor Riesgo, que juzga al exdictador José Efraín Ríos Montt por genocidio y delitos de lesa humanidad.
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Con la cabeza cubierta, la primera testigo manifestó: “A mi hija la tuvieron entre cuatro. Lo que hicieron fue que la violaron, sí, los cuatro. Cuando vieron que llegué, huyeron. Fueron los soldados”. El Tribunal pidió a la prensa no revelar los nombres ni identidades de las víctimas.
Entre lágrimas, la segunda víctima de violación narró los tres días que pasó siendo violada masivamente en el destacamento militar de Sajbal en Quiché, en 1982. “Me agarraron las manos y los pies y me abrieron, no solo a mí sino a mi mamá también. Éramos bastantes mujeres, esto me lo hicieron en el destacamento, vi cómo le mordían los pechos a mi mamá, luego me violaron a mí”.
Las testigos de la etnia ixil respondieron en voz baja apoyadas por una psicóloga y un traductor del ixil al español a las preguntas que les hicieron fiscales y abogados.
Afuera del tribunal el movimiento Nosotras las Mujeres realizó un acto con flores y cantos en apoyo a las mujeres. “La violencia sexual fue un arma de guerra para desarmar a las comunidades y matar la semilla. Estamos acá para apoyar a las víctimas, reconocemos su valentía por romper el silencio por la violencia sexual sufrida”, dijo Sandra Morán, activista en favor de las mujeres.
Hasta ahora 78 víctimas y familiares de masacres, asesinatos, desplazamientos, violaciones masivas, bombardeos, robo, quema de pertenencias y robo de niños han dado testimonio frente al tribunal.
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