Marta Leonor González
Granada, ubicada en el Pacífico, a 45 kilómetros al sureste de Managua y fundada en 1524, es uno de los principales destinos turísticos de Nicaragua y con mayor riqueza histórica y cultural del país.
Esa ciudad, que conserva el toque arquitectónico colonial, fue de las primeras en ser fundadas por el español Francisco Hernández de Córdoba, a inicios del siglo XVI.
[/doap_box]
En la Casa de los Tres Mundos en Granada se reunieron los 174 poetas de 58 países que asisten a la novena edición del Festival Internacional de Poesía de Granada, y que en esta ocasión festeja la presencia de Ernesto Cardenal, poeta místico y revolucionario, comprometido con la Teología de la liberación, figura polémica y critica del actual Gobierno.
Como resultado del encuentro los escritores firmaron un documento en el que proponen su respaldo a la ciudad colonial de Granada y su lago, en el sureste de Nicaragua, sea declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Patrimonio Mundial de la Humanidad.
También surgió que el festival sea promovido como candidato al Premio Príncipe de Asturias de la Concordia y de las letras.
Francisco de Asís Fernández, presidente del evento, comentó que el año pasado el festival fue un candidato sólido con posibilidades de ganar y que ha contado con el apoyo de el embajador de España, León de la Torre Krais.
Otro de los puntos del documento, es apoyar a la Organización de las Naciones Unidas en su lucha contra la violencia y en especial con la que sufren las mujeres, propuesta que fue hecha por Bianca Jagger, reconocida activista de los derechos humanos y exesposa del vocalista de The Rolling Stones, Mick Jagger.
Bianca es una de las invitadas de honor del Festival Internacional y esta en el país para posibilitar la realización de proyectos de en pro de las mujeres, bajo la tutela de la Organización de las Naciones Unidas.
En años anteriores los poetas asistentes han promovido en varios documentos la proclamación de la poesía como un espacio de encuentro, diálogo y paz, desde el cual se ha condenado las guerras, el terrorismos, pobreza, opresión, miseria y el hambre, tortura, por último la xenofobia.
Ver en la versión impresa las páginas: 7 B
