Las campanas de la Iglesia Morava están repicando.
Dobles perezosos vencen la tozudez de los árboles:
Din… don… din… don…Uno… y otro… y otro.
Se fue alguien de Old Bank.
¿O será de Beholden? O de Pointeen. O de Cotton Tree.
A esta hora no sabemos todavía.
Tampoco sabemos quién se fue.
Pero sí sabemos que alguien ha muerto
porque las campanas de la Iglesia Morava
están repicando
lentamente.
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