14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Camus, periodista en tiempos de guerra

“Un periodista libre, en 1939, no desespera y lucha por lo que considera verdadero como si su acción pudiera influir en los eventos”, escribió Albert Camus en un artículo censurado y publicado por primera vez por el diario Le Monde.

EFE/VIDA

“Un periodista libre, en 1939, no desespera y lucha por lo que considera verdadero como si su acción pudiera influir en los eventos”, escribió Albert Camus en un artículo censurado y publicado por primera vez por el diario Le Monde.

El texto no vio la luz, como estaba previsto, en Le Soir Républicain el 25 de noviembre de 1939, tres meses después del inicio de la II Guerra Mundial y cuando Camus, redactor jefe de aquel rotativo editado en su Argelia natal, no tenía más que 26 años.

Las autoridades francesas de Argelia decidieron censurarlo y el diario, como hacía siempre que cortaban alguno de sus textos, publicó un hueco en blanco en su lugar.

Murió hace 52 años, pero su obra sigue
vigente  y da “mucho oxígeno” a quien
la lee, afirma  su hija Catherine Camus., LA PPRENSA/EFE

El artículo es un manifiesto de Camus a favor del periodismo libre en tiempos de guerra, una reacción contra la censura decretada en Francia por ley el 27 de agosto.

Fue encontrado en los Archivos de Ultramar de Aix-en-Provence, donde se recogen las actividades de los censores.

En el manifiesto, Camus reivindica lo que para él son “las condiciones y los medios a través de los cuales, en el seno mismo de la guerra y sus servidumbres, la libertad puede ser, no solo preservada, sino manifestada”.

Para lograrlo es necesaria “la lucidez, el rechazo, la ironía y la obstinación”, escribe el joven autor, que para entonces ya había publicado LEnvers et lEndroit (1937) y Noces (1939).

“La lucidez supone la resistencia a las consecuencias del odio y el culto a la fatalidad”, indica el autor de El extranjero , que invita a conocer “las causas” de la guerra y a no publicar “nada que pueda excitar el odio y provocar desesperanza”.

“Un diario independiente da el origen de sus informaciones, ayuda al público a evaluarlas, repudia el relleno de cráneos, suprime las invenciones, palía con comentarios la uniformidad de las informaciones y sirve a la verdad en la medida humana de sus fuerzas”, agrega para justificar el rechazo a la mentira.

Camus considera la ironía como “un arma sin precedentes contra los todopoderosos” porque “una verdad expresada en tono dogmático es censurada nueve de cada diez veces”, mientras que “la misma verdad dicha humorísticamente, solo lo es cinco de cada diez”.

“Un periodista libre, en 1939, tiene que ser necesariamente irónico, aunque sea para defender su cuerpo. Pero la verdad y la libertad son amantes exigentes porque tienen pocos novios”, asegura.

El escritor destaca también la importancia de la obstinación frente a todos los obstáculos que encuentra el periodista.

“Las amenazas, las supresiones, las persecuciones, encuentran generalmente en Francia el efecto contrario al que se proponen”, asegura el escritor, quien considera que “por una paradoja curiosa pero evidente” la obstinación “se pone al servicio de la objetividad y la tolerancia”.

Fueron muchos los artículos de Camus que no superaron la censura de una Francia en guerra, tanto en Le Soir Républicain, prohibido en enero de 1940, como en otros diarios.

Pacifista convencido, Camus quiso enrolarse en el Ejército tras el inicio de la guerra, pero su tuberculosis se lo impidió, por lo que se dedicó al periodismo, primero en Alger Républicain y más tarde en Le Soir Républicain, que lanzó el 15 de septiembre de 1939 junto con Pascal Pia.

El amor a la libertad y el respeto al ser humano, así como la lucha contra cualquier forma de opresión, que le llevó a ser uno de los primeros hombres de izquierda en denunciar los regímenes comunistas, lo que le valió la reprobación de prestigiosos intelectuales de su época, con Jean-Paul Sartre a la cabeza, son algunos de los rasgos que definen los principios de Albert Camus.

Cultura Camus periodista archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí