Querida Nicaragua: En medio de los sinsabores y vicisitudes en que vive nuestro pueblo, el Festival de la Poesía en Granada, es como un refrescante oasis donde la belleza y la cultura, que son en realidad la misma cosa, se dan cita, gracias al esfuerzo de muchos poetas, el principal de ellos nuestro querido amigo Francisco de Asís Fernández, poeta como su padre, el inolvidable Kiko Fernández, poeta y dramaturgo de enormes méritos.
Este año el Festival fue dedicado a otro genio de nuestra literatura, nada menos que Carlos Martínez Rivas, el poeta del Paraíso Recobrado y de la Insurrección Solitaria.
El pasado miércoles en las calles de Granada los poetas de Nicaragua y el mundo condujeron el ataúd con los restos del desamor para ir a sepultarlo de una vez por todas. Enterraron el desamor porque la poesía es precisamente amor, mucho amor. Amor por el arte, amor al prójimo, amor a la humanidad, a la naturaleza, a nuestras costumbres, nuestros paisajes, nuestras tradiciones. La poesía es puro amor y belleza y por eso entusiasma a todos los públicos.
Qué constancia y tenacidad la de Francisco de Asís Fernández y sus amigos poetas.
En el entierro del desamor participaron los chinegros de Nindirí, los diablitos de Nandaime, la yegüita y el atabal, todas expresiones populares de la tradición nicaragüense que pudieron presenciar los poetas.
Granada convertida en la capital mundial de la poesía, proyecta a Nicaragua como una nación de grandes valores culturales.
En el Festival pudimos ver a poetas nicaragüenses de fama mundial como Ernesto Cardenal, Gioconda Belli, novelistas proyectados en el mundo como Sergio Ramírez y Claribel Alegría, sin faltar otros intelectuales y poetas como Luis Rocha, Fanor Téllez, Julio Valle Castillo, Nicasio Urbina, Blanca Castellón, Anastasio Lovo, Martha Leonor González, y muchos más. Mención especial merece el poeta Derek Walcott, premio Nobel de Literatura, que nos trajo en sus poemas reminiscencias del paisaje caribeño.
Siempre se dijo que en Nicaragua usted levanta una piedra y sale un poeta. Y es cierto tenemos desde Rubén Darío hasta Antenor Sandino Hernández, pasando por Azarías, Alfonso Cortés, Salomón, los inolvidables Argüello, Santiago y Lino. Esto para hablar del pasado, porque en el presente tenemos y tuvimos a José Coronel, Pablo Antonio, Joaquín Pasos, Alberto Ordóñez Argüello, María Teresa Sánchez, Guillermo Rothschuh Tablada, Manolo Cuadra, Chepito del mismo apellido, que ya remontó los horizontes celestiales para unirse con su doña Julia, y en fin Daysi Zamora, Vidaluz Meneses, el propio Francisco de Asís Fernández y su esposa Gloria Gabuardi y tantos como para formar una voluminosa antología.
El Festival ya tiene resonancia mundial porque la poesía tiene un enorme poder de convocatoria. Nos convoca a la belleza, a olvidarnos de los aberrantes y sucios vicios politiqueros, a trasladarnos al reino del amor, de la armonía, de la convivencia, de la hermandad, de la belleza sublime de cada verso.
Qué bueno que Chichí Fernández, como cariñosamente le llamamos sus amigos haya tenido esta genial idea y qué bueno que haya logrado cautivar a tantos y llenar de entusiasmo y belleza a la histórica, sufrida y señorial ciudad de Granada. Que la poesía y la patria te premien, querido amigo.
El autor es director general de Radio Corporación.
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