Por Saúl Martínez
CORRESPONSAL/CHINANDEGA
El próximo 13 de enero es el último juicio del padre Marco Dessi, por supuestos abusos sexuales contra seis exintegrantes del Coro Getsemaní y del orfanato en Chinandega.
En juicios anteriores se ha encontrado inconsistencias en las pruebas presentadas por abogados de los acusadores, sin embargo se descarta el retorno al país.
Dessi goza de libertad condicional en casa de su familia en la Isla Cerdeña, Italia, fue condenado al inicio a 12 años de prisión y completó cinco en la cárcel de Parma.
El empresario y productor chinandegano Mauricio Zacarías Batres, miembro de la directiva Chinandega 2001 que vela por las obras sociales que promovió el religioso suele conversar vía telefónica con Dessi casi todos los domingos.
“Él padre Marco cumple con todos los requisitos de la casa por cárcel como le llamamos nosotros… Hasta el momento no se ha probado nada, es un misionero y hay otros países que lo acogerían en el cual tratamos de ubicarlo, aquí no regresaría porque es lógico después de haber pasado todas estas situaciones”, manifestó Batres.
Batres dijo que el padre Dessi es más nicaragüense que cualquier otro. Él arribó a Nicaragua recién ordenado sacerdote, en 1974, y es el único país donde ha ejercido su ministerio.
Según informes de Italia, el padre Marco Dessi sufre de cáncer pulmonar.
OBRAS EN PIE
Entre las obras del padre Marco Dessi están el Hospital San Martín de Porres, el Teatro Rodrigo Callejas, el Museo Chorotega, Enrique B. Mantica, talleres, centros de estudios, conservatorio, viviendas.
“Ningún político, social o empresario lo ha hecho”, refirió Batres.