Para monseñor Bismark Carballo, párroco de la iglesia Espíritu Santo, la administración del presidente Daniel Ortega es “cristiana” por sus programas y proyectos a favor de los “más pobres”.
Carballo, quien fue perseguido e injuriado por el primer gobierno de Ortega en la década de 1980, dijo ayer al oficialista Canal 4 de televisión que la labor social que ahora impulsa el gobernante Frente Sandinista (FSLN) es similar a la doctrina social de la Iglesia católica.
- Monseñor Bernardo Hombach, obispo emérito de Granada, considera que hay problemas por la utilización de los sentimientos religiosos del pueblo, sobre todo si los instrumentalizan a favor de un gobierno o ideología. Indicó que no cree conveniente pensar que el Estado hace bien las cosas.
Explicó que el obispo es un garante de la unidad de la Iglesia, dentro de su dimensión vertical que es la enseñanza en comunión con los demás obispos. Un católico debe comulgar con la totalidad de la enseñanza, dijo Mata, quien no cree en la división de la Iglesia.
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“Ahí andan unas críticas del asistencialismo, pero como Iglesia todos estamos claros que el asistencialismo es una primera etapa, y la misma Iglesia ha entrado en ese campo del asistencialismo, de ayudar de manera inmediata”, declaró el religioso.
Esa visión de Carballo fue cuestionada por el obispo de Estelí, monseñor Abelardo Mata, quien sugirió analizar desde que óptica se trabaja por los pobres.
“Si yo, para decir que soy cristiano… manoseo la conciencia de un pobre, yo estoy hundiendo a ese pobre, estoy haciéndolo más pobre todavía, lo estoy desvirtuando en su calidad humana”, comentó Mata al ser consultado por LA PRENSA.
Según Carballo, el gobierno de Ortega favorece a los más pobres con hechos y no con palabras.
DIVIDIR Y DEBILITAR
Moisés Hassan, exmiembro del FSLN y de la Junta de Gobierno de los años 80 que coordinó Ortega, la nueva estrategia del Frente Sandinista es dividir y debilitar a la Iglesia Católica, utilizando a algunos sacerdotes.
Según Hassan, el régimen de Ortega pretende crear un estado de confusión entre la feligresía católica, con el respaldo de “cómplices” como el cardenal Miguel Obando y Bravo y otros sacerdotes que sucumben a chantajes por posibles errores que cometieron o por otras razones.
La opinión del exministro Humberto Belli es distinta. Piensa que el FSLN trata de construirse una imagen política como organización muy devota, pero afirma que eso no lo cree la población.
Belli afirma que la Iglesia está muy unida y, por tanto, descarta que el FSLN le pueda causar una división, ya que los sacerdotes que respaldan al gobierno lo hacen por razones personales y es una representación mínima, sobre todo los allegados al cardenal Obando.
EN CAMPAÑA ELECTORAL
Carballo, uno de los religiosos incondicionales del cardenal Obando, hizo un llamado indirecto a votar por el FSLN en las elecciones presidenciales de noviembre. Dijo que por los avances de los programas económicos y sociales de Ortega, los nicaragüenses deben votar por realidades y “en aquellos que garantizan estas realidades, que garantizan que haya mejor futuro para las familias, para la sociedad, para el pueblo de Nicaragua”.
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