La trata de personas, en su mayoría mujeres, aún es un delito oculto en el país, pues las instituciones del Estado no cuentan con cifras reales que permitan determinar la cantidad de víctimas existentes a causa de este delito.
Esta es una de las críticas que hace el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) en su informe anual 2010, a través del cual señala que a la fecha tanto la Policía Nacional como el Ministerio de la Familia o el Ministerio de Gobernación no cuentan con un registro sobre la cantidad de mujeres, niñas y adolescentes que han sido víctimas de ese delito para ser esclavizadas con fines sexuales y laborales. Esto pese a que desde hace varios años se ha denunciado esta situación que afecta sobre todo a familias pobres.
Hasta ahora lo poco que se conoce es la información proporcionada por organizaciones que prestan condiciones de albergue a las víctimas, pues ni las víctimas ni sus familias denuncian estos hechos por temor, sobre todo debido a que muchos de estos grupos están relacionados con el crimen organizado, refiere el Cenidh.
“Nicaragua sigue siendo un mercado fértil para estas mafias que reclutan mujeres, adolescentes y jóvenes ante las pocas oportunidades que existen para ellas, quienes con la esperanza de aportar algo a su familia y mejorar sus condiciones de vida aceptan ofertas de trabajo como meseras o modelos (para laborar) en otros países como Guatemala, El Salvador, Belice y México”, destaca el Cenidh.
Según el mismo documento, una vez en el sitio las víctimas son despojadas de sus documentos, las violan y las mantienen cautivas bajo amenaza, otras son explotadas sexualmente y obligadas a ejercer la prostitución. Al tiempo que las inducen a la adicción de drogas “para que puedan soportar el calvario que viven, otras son obligadas a trabajos forzosos y reciben mala remuneración por la labor que realizan”. “La trata de personas no es solo un acto de violencia, sino que es una de las más graves violaciones de los derechos humanos de las mujeres y más aún de la niñez”, dice el Cenidh.
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