Pláticas
Habría que ver qué sale de estas conversaciones entre Arnoldo Alemán y Fabio Gadea. Antes de hacerse la esperanza de ver a una oposición unida, habría que considerar ciertas características que pueden echar a perder cualquier almíbar. Primero, que Alemán sólo actúa si ve ganancia. ¿Qué puede ganar como aliado que no lo pueda ganar solo? Segundo, Alemán tiene un compromiso con el Frente Sandinista, que sólo sería capaz de romper si los sandinistas pierden su capacidad para castigarlo por ello. Y tercero, que, como dice aquella canción, “hay cosas en la vida que un hombre sale ganando cuando las deja perder”.
Compromisos
La pregunta clave aquí es ¿qué tan profundo es el compromiso de Ortega con Alemán? Si no hubiese compromiso, un PLC solo, con Alemán como candidato, se coloca al borde de la extinción, y por instinto de sobrevivencia buscaría la unidad que lo reposicionaría como partido. Si, en cambio, existiese ese compromiso que muchos sospechamos, Ortega le podría limpiar la cancha opositora y garantizarle los votos suficientes para que saque una cantidad razonable de diputados y siga siendo la oposición conveniente que ha sido. Así le conviene más ir solo. El tiempo y los hechos responderán esta pregunta.
Tránsfugas
Ya ha comenzado el reacomodo de los “diputados tránsfugas”. Este espécimen tiene características muy particulares. Tienen una alta cotización en el mercado, pero generalmente una vida corta. Alta cotización, porque para el oficialismo cada tránsfuga vale por dos. Al comprarlo le quita un diputado a la oposición y gana uno para el oficialismo. Y vida corta, porque generalmente no se reeligen. Nadie quiere traidores en sus listas, ni siquiera aquellos que los compraron. Por eso los vemos en esta última etapa, a unos queriendo mostrarse opositores a ver si consiguen algún ride, y a otros rogando aunque sea ir de suplentes en las listas de quienes sirvieron.
País-hacienda
El mayor peligro no es que Daniel Ortega se reelija, lo cual ya es bastante malo porque es ilegal, sino que después de estas elecciones quede con más de 56 diputados. Ahí sí nos fregamos. Podrá cambiar la Constitución y hacer con ella lo que quiera. Establecer la monarquía, si se le antoja. Hacer el país que ha diseñado en sueños febriles allá en El Carmen. Ese país-hacienda que ni siquiera los Somoza lograron.
Corrupción
Se acuerdan cuando se conoció aquella “Estrategia de comunicación”, que elaboró la primera dama, Rosario Murillo, donde se señalaba enfáticamente cero tolerancia a la corrupción. Uno hasta pensaba que algo de eso podía ser cierto. Cuatro años después, el asunto está claro. Cuando se hablaba de corrupción, era “la de los otros”. Aquella que sucediera fuera de su control y que no redundara en beneficio de la Familia. Así hemos visto salir a funcionarios menores por pequeñas raterías, como las llamaba Alemán, pero nunca un grande a pesar que sale pus por todos lados: DGI, Hacienda, INSS, Presidencia
Tiro por la culata
A Costa Rica le ha salido el tiro por la culata con estos juicios internacionales. Sucede que Costa Rica se está enterando de que tiene menos derechos de los que creía. Es más, nosotros nos estamos dando cuenta de que ellos tienen menos derechos de los que les dábamos. A su pataleta por navegar armados por el San Juan, la Corte no solo le negó ese derecho que creían tener, sino que restringió su “libre navegación” a las regulaciones que Nicaragua dispusiera. Y ahora, que pretenden detener el dragado, es posible que la Corte no sólo reafirme ese derecho, sino que hasta, tal vez, consigamos en su río Colorado los mismos derechos que ellos tienen en nuestro San Juan.
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