Por Matt Sedensky
MIAMI/AP
La temporada de huracanes en el océano Atlántico termina el martes como una de las más activas de las que se tenga registro, con tormentas devastadoras en México, Haití y otras naciones.
El huracán Alex causó inundaciones que mataron a 12 personas en México; Tomás dejó 14 muertos en Santa Lucía y por lo menos ocho en Haití, y el huracán Igor dejó sin suministro eléctrico a las Bermudas.
En Estados Unidos ningún huracán de categoría tres o mayor tocó tierra por quinto año consecutivo. Si esa buena suerte se extiende al 2011, sería la primera vez que el territorio estadounidense escapa de un huracán de gran intensidad por seis años seguidos.
“Ese sería un récord que me gustaría romper”, dijo Dennis Feltgen, portavoz del Centro Nacional de Huracanes en Miami.
En general, se formaron 19 tormentas en el igualó a 1969 como la segunda temporada con más tormentas de ese tipo.
En Estados Unidos, a Texas le tocó la peor parte del clima borrascoso. Las inundaciones ocasionadas por la tormenta tropical Hermine provocaron la muerte de al menos siete personas en ese estado sureño, mientras que el huracán Alex dañó o destruyó más de 300 casas.
Aparte de eso, la tormenta tropical Bonnie causó que se detuvieran las operaciones para controlar el pozo petrolero de British Petroleum siniestrado en el Golfo de México. Y el huracán Earl causó inundaciones en la región conocida como los bancos externos de Carolina del Norte, pero pocos daños.
“La mayoría de las tormentas evitaron a Estados Unidos”, dijo Jack Hayres, director del Servicio Meteorológico Nacional estadounidense. “Podrías decir que la temporada fue un gigante benévolo”.
Se cree que un persistente sistema de baja presión que se formó durante el periodo más activo de la temporada de huracanes es el responsable de que Estados Unidos sufriera pocos daños. El extremo occidental del sistema de alta presión que genera el clima tropical desde la costa de Africa fue neutralizado por el de baja presión y eso ayudó a mantenerlo lejos de la costa norteamericana.
“No es un patrón inusual”, dijo Feltgen. “Y somos afortunados de que estuviera ahí en la parte más activa de la temporada”.
El último huracán de categoría tres o mayor que golpeó a Estados Unidos fue Wilma en el 2005.