Por Oliver Teves
MANILA/AP
El primer tifón en azotar Filipinas este año derribó cables del tendido eléctrico y mató al menos a 26 personas hoy, muchas de ellas tratando de escapar cuando la tormenta cambió de curso.
Treinta y ocho personas estaban desaparecidas, en su mayoría pescadores atrapados por la furia de las aguas en alta mar.
Más de la mitad de la isla norteña de Luzón, que incluye Manila, estaba sin electricidad, y las autoridades dijeron que tomaría dos o tres días para restaurar el servicio. El temporal obligó a la cancelación de vuelos y de la navegación, así como la suspensión de clases y de labores en algunas oficinas del gobierno.
El tifón Conson castigó la tarde del martes la provincia de Quezón, en el noreste, con vientos de 120 kph (75 mph), perdió fuerza y se convirtió en tormenta tropical a su paso por la isla de Luzón. También sacudió la capital con fuertes ráfagas y aguaceros durante dos horas, dijo el meteorólogo Bernie de León.
La tormenta salió de Manila antes del amanecer del miércoles, pero derribó ramas y árboles y dejó esparcidos todo tipo de residuos.
Los ventarrones se llevaron anuncios de lona colocados en los principales caminos y arrancaron techos de casas endebles en las costas.
El presidente electo Benigno Aquino III criticó al servicio meteorológico por no pronosticar que la tormenta azotaría Manila.
“Eso es inaceptable”, dijo Aquino en una reunión del Consejo Nacional de Coordinación para Desastres, e hizo notar que las agencias gubernamentales se apoyaban en el servicio meteorológico para sus preparativos.