México/EFE
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de México reprobó hoy la agresión cometida por un grupo de soldados contra tres reporteros que trataban de cubrir una movilización policial en un barrio de Nuevo Laredo, una urbe situada en la frontera con Estados Unidos.
La dependencia indicó en un comunicado que “reprueba la conducta presentada por parte de personal militar en contra de los periodistas que cubrían la agresión armada de que fue objeto personal castrense en Nuevo Laredo”, en el estado de Tamaulipas (noreste).
En ese enfrentamiento murieron tres presuntos delincuentes, y las autoridades decomisaron cuatro armas largas, 990 cartuchos, 36 cargadores, un vehículo y una granada de fragmentación “que no se activó y representaba riesgo para todos los presentes”, sostuvo la Sedena.
El martes, los reporteros Abisaí Rubio y el camarógrafo Ricardo Ramírez, ambos de Televisión Azteca, y Antonio Neftalí Gómez, de la estación de Radio Voz de Nuevo Laredo, denunciaron que fueron derribados y golpeados en el suelo prolongadamente.
En la trifulca los soldados dañaron una cámara de vídeo propiedad de TV Azteca, indicaron los agredidos.
Los comunicadores aseguraron que la agresión en su contra no cesó, pese a que presentaron las identificaciones de sus empresas.
Los periodistas indicaron que interpondrán la denuncia correspondiente ante las autoridades federales, además de hacerlo ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
“Este hecho será investigado con el fin de determinar la responsabilidad del personal participante y aplicar las leyes y reglamentos militares”, señaló la Sedena.
La institución militar ratificó su “compromiso de actuar apegado a un marco de derecho”, e invitó “a la sociedad en general a denunciar este tipo de actos contrarios a la disciplina militar”.