Sergio León C.
CORRESPONSAL / BLUEFIELDS
Un total de 23 de los 32 pescadores colombianos que fueron capturados faenando ilegalmente en aguas nicaragüenses entre a finales de abril, abordaron este mediodía en Bluefields, un vuelo especial de la Fuerza Aérea Colombiana para regresar a su país.
El avión militar despegó con varias horas de retraso. La nave abandonó territorio nicaragüense a las 12:40 del mediodía luego que la tripulación cancelara los respectivos impuestos aeroportuarios.
“El problema es que los colombianos querían irse y sin pagar sus impuestos. Todos los que usamos el aeropuerto pagamos (esos impuestos). Querían entrar y salir sin pagar, tenían una actitud arrogante”, confió un funcionario regional gubernamental.
Esta mañana el Cónsul de Colombia, César Plaza, se negó a dar declaraciones a los periodistas locales y de medios nacionales.
“Más tarde (ofreceré declaraciones). Estamos resolviendo algunas cosas. Más adelante”, respondía el Cónsul cada vez que intentábamos obtener su versión sobre el traslado de los ilegales pescadores.
PROHIBIDO HABLAR
A los 23 marineros colombianos también se les prohibió hablar con los periodistas. Sin embargo, poco antes de ser emitida esa orden, uno de los pescadores que se identificó como Alberto Leoni Pedroza, dijo a LA PRENSA que sentía tranquilo y que había recibido buen trato en el país.
“Me siento muy tranquilo, la gente por aquí es muy amable, me trataron bien”, declaró el pescador colombiano, quien al igual que sus compañeros sostenía que la detención realizada por la Fuerza Naval del Ejército de Nicaragua tuvo lugar aguas colombianas, aunque aceptó que se encontraban en altamar sin contar con un localizador marino.
Los otros 9 pescadores partieron a primeras horas de la mañana abordo de cuatro lanchas rápidas con rumbo a la Isla de San Andrés.