Por Eduardo J. Chamorro Baca
Leí recién la entrevista telefónica realizada al opositor cubano en huelga de hambre Guillermo Fariñas, por el periodista Mario Alegre Barrios, de parte del diario El Nuevo Día, de San Juan, Puerto Rico, publicada por LA PRENSA en su edición del 24/04/10. Me encontré con varias “sorpresas” no tan sorpresivas.
Empecemos: El señor Fariñas es un psicólogo con grado universitario, no un delincuente a como nos lo han vendido Lula da Silva y toda la pandilla del Alba. Menciona Fariñas que él, en algún momento de su vida, estuvo de parte del dictador Fidel Castro, que trabajó como psicólogo en el Ministerio de Salud Pública de Cuba. ¿Acaso contrata delincuentes el gobierno de Cuba?
Afirma Fariñas que él demostrará al mandatario cubano que “Aún sin ejército, sin ser presidente de ningún país, sin tener a la policía, sin tener a la marina, sin tener armas largas, sin ejercer la violencia, yo soy más fuerte que Raúl Castro y sus ideas”. Me parecen estas palabras muy similares a las de Mahatma Gandhi, (Porbandar, 2 de octubre de 1869— Nueva Delhi, 30 de enero de 1948) en La India, cuando luchaba contra el poderoso imperio británico.
Continúa expresando el valiente huelguista, que la mejor manera de enfrentar las dictaduras es con la solidaridad, y que si algo ha aprendido es que con las dictaduras no se negocia. Creo que nosotros, los nicaragüenses, podemos tomarle la palabra a Fariñas dadas nuestras actuales circunstancias.
Nos recuerda el psicólogo, en esta entrevista, palabras que más bien yo calificaría de apotegma, del prócer cubano José Martí, que dicen: “Cuando un pueblo emigra, los gobernantes sobran”. Otra vez podemos tomarle la palabra a Fariñas.
Menciona Fariñas: “En verdad, Fidel Castro es la peor desgracia de Cuba en toda su historia”. ¡Qué casualidad! Yo lo parafrasearía diciendo: “Daniel Ortega es ”.
Esta huelga de hambre la inició el opositor político cubano el 25/02/2010, y él hace sus cálculos de su deceso en nueve meses, por los cuidados extensivos de los médicos del régimen, pues según él “a Raúl Castro no le conviene que yo muera, pero me verá morir”. ¡Si esto no es patriotismo, por favor que alguien me explique de qué se trata!
Me pregunto: “No será que necesitamos por estas tierras de Diriangén y Nicarao de patriotas con profundas convicciones y ética suficientes para olvidarse totalmente de sus egos y sacrificarse en prosecución de la libertad de su tierra? Estoy seguro que abundan, siempre los hemos tenido, simplemente estamos dormidos, la cruda realidad verá nuestro despertar.
El autor es ingeniero industrial.
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