CORRESPONSAL / RIVAS
El sistema obsoleto de alcantarillados de San Juan del Sur no resistió nuevamente la gran cantidad de usuarios que frecuentaron la bella ciudad turística este primero de enero, y los manjoles de las aguas negras se convirtieron en pequeñas fuentes de aguas putrefactas que despedían un mal olor sobre las principales calles de la ciudad, y las aguas rebasadas seguían su rumbo como río hacia el mar, perjudicando directamente a niños y turistas que pisaban inocentes la corriente de agua sucia en la costa de la bahía.
También la desatención del alcantarillado de San Juan del Sur afecta a los negocios turísticos de la zona costera y otros que son aledaños a los manjoles que se rebasaron. Doña Dolores Bermúdez, propietaria del Restaurante Josseline, dijo que ya han planteado la situación en todas las instancias posibles, tanto del Estado como no gubernamentales “y hasta la fecha seguimos esperando que llegue un proyecto que cambie el sistema de alcantarillado de San Juan del Sur, que ya caducó”, precisó.
Bermúdez precisó ser una de las más afectadas con el mal olor de las aguas negras, puesto que un cauce que viene desde el mercado municipal hacia el mar está abierto y el olor se siente fuerte en el negocio, y muchos clientes que van en busca de degustarse un platillo con el mal olor se van y no consumen, detalló.
“Yo tengo que pagar un trabajador que me esté desaguando las aguas negras que vienen del cauce, y hasta echar desinfectantes para mitigar el mal olor, pero siempre el tufo a sumidero se siente y me baja las ventas. Ahora han llegado bastantes clientes, pero muchos dan la vuelta y se van sin consumir, ojalá que las autoridades hallen una solución antes de Semana Santa”, detalló.
Víctor Castro, propietario del Restaurante Lago Azul, manifestó que esos malos olores ahuyenta el turismo, además de ser un grave daño al medio ambiente, aparte de afectarlos a ellos como negocios turísticos de alimentos.
Según Castro las autoridades del Instituto Nicaragüense de turismo (Intur) deberían tomar cartas en el asunto para instar a la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) que solucione a lo inmediato el problema.
Randall Granja Fajardo, gerente propietario del Restaurante El Timón, dijo que el problema es que el sistema de alcantarillado de la ciudad turística data de los años sesenta y que inició para 50 ó 60 casas, su capacidad ya está rebasada y se necesita urgente un proyecto que cambie todo el sistema de aguas negras.
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