- Carecer de movimiento y coordinación en sus manos y pies no ha sido impedimento para que el pintor Manuel Rivera se dedique al arte
Sus muelas y dientes son sus principales herramientas a la hora de plasmar sus sentimientos sobre tela o papel.
Con mucha concentración se agacha hacia el borde de una mesita, acerca su boca para jalar el pincel, el cual pareciera resistirse a ser levantado por los delgados labios de Manuel Antonio Rivera Ortega, el nicaragüense que pinta con la boca.
Desde 1992 vive en Florida, Estados Unidos y cuando habla de repente se le escapan algunas palabras en inglés. En ese país vive de la pintura y en temporada de lluvias se dedica a vender sombrillas.
Actualmente se encuentra de visita en nuestro país, está hospedado en la casa de su mamá ubicada en el barrio Monseñor Lezcano. Verlo pintar en el patio, donde no hay muro o cerco que impida que los que pasen por ahí lo aprecien, es sorprendente.
Sin pena alguna Manuel habla de sus limitaciones físicas. Es el mayor de cinco hermanos y el único que nació con discapacidad. “Soy cuadraplégico de nacimiento”, dice con firmeza, demostrando que esto no le molesta.
Se graduó en la Escuela de Bellas Artes, Nicaragua, como artista plástico y cuenta con mucha gracia que de su grupo de clases era el único que contaba con tales limitaciones físicas, pero aún así logró destacarse.
Manuel, de 41 años, expresa que desde los siete años sintió inclinación por la pintura, y agradece a Dios que le haya dado ese don, sobre todo porque ha desarrollado esa habilidad aún sin valerse de sus miembros superiores.
POSIBLE EXPOSICIÓN
En los años que lleva pintando ha participado en exposiciones colectivas en Florida, pero hasta ahora no ha tenido una presentación de sus obras individual.
Cuenta que su representante es el diputado sandinista Agustín Jarquín Anaya, y que él está gestionando una exposición el próximo 25 de mayo en el Centro Cultural Managua, pero ésta sería privada.
La presentación de su obra mostraría unos 15 ó 20 cuadros, porque según él, pintar una pieza de calidad necesaria para una exhibición le lleva un tiempo considerable.
“Un cuadro como éste, que es 12 por 15 pulgadas (que pintaba durante la entrevista) pretendo terminarlo en unos dos días, y lo acabo de comenzar hace unas tres horas”, contó el pintor.
La tendencia de este hombre que pinta con la boca son los colores fuertes. Le gusta dibujar paisajes y frutas, y lo hace en pintura acrílica, óleo sobre tela y acuarela.
DISCRIMINACIÓN
A pesar que Manuel es un destacado artista y se dio a conocer durante su participación en el Teletón 2006, sufre constantemente de discriminación.
Cuenta que eso sólo sucede en Nicaragua, pues en EE.UU. hasta ahora no ha tenido ningún problema de ese tipo.
“Aquí no puedo hacer mis mandados solo, tengo que andar con alguien porque no hay facilidades para las personas discapacitadas como yo”, afirma.
Al recordar los malos tratos que a veces recibe por ser una persona con capacidades diferentes, su sonrisa no se le borra del rostro, ni de su boca, esa que le da el sustento diario y con la que continúa retocando la pintura de frutas alumbradas con un candil que empezó tres horas antes de nuestra llegada.