El Presidente de la República, Enrique Bolaños, en compañía de su esposa, la señora Lila T. Abaunza de Bolaños, entregó ayer en Casa Presidencial la Orden Rubén Darío en grado de Encomienda a la Camerata Bach, la cual fue recibida por Ramón Rodríguez, fundador y director de la agrupación musical.
“Jugando con la agenda queríamos que éste llegase a ser el último acto de condecoración que hago yo como Presidente de la República. Y por lo tanto mis primeras palabras no pueden ser más que de agradecimiento a los amigos de la Camerata Bach por promover la música clásica y nuestra música. Este acto es emotivo para mí, porque hace un reconocimiento a los 15 años de labor de la Camerata”, expresó el presidente Bolaños a sólo un día de entregar la banda presidencial.
El mandatario también recalcó que su esposa, la Primera Dama de la República, es una admiradora de la agrupación y que lo amenazó con no dejarlo entrar a su casa si no condecoraba a la Camerata, aunque ésta no es la verdadera razón de la premiación.
Por su parte, Ramón Rodríguez comentó que esa condecoración los motiva a seguir laborando por la música nicaragüense y también presentando obras musicales clásicas.
DESPEDIDA
Como muestra de agradecimiento hacia el Presidente, el grupo infantil de la Camerata interpretó la pieza musical de la obra El Güegüense y luego el resto de la agrupación tocó El Solar de Monimbó, ambas dedicadas a Enrique Bolaños y la Primera Dama.
A la condecoración asistieron varios representantes de la música y la actuación en Nicaragua, entre ellos, el actor Salvador Espinoza.
“La Camerata tiene un valor muy importante, ya que ha rescatado la música popular nicaragüense y la ha elevado a un nivel clásico”, comentó Espinoza, quien recalcó que Ramón Rodríguez ha demostrado que no es necesario que todo venga del Estado para realizar una labor musical como lo ha hecho la Camerata.
Otro de los que asistió fue el joven Carlos Luis Mejía, quien recalcó que la Camerata se merece ese premio y muchos más, ya que es un verdadero ejemplo para las nuevas generaciones.