Luis Felipe Palacios
El cardenal Miguel Obando y Bravo, quien ayer cumplió 79 años, será declarado “Cardenal de la Paz” por el Parlamento nicaragüense, tras su regreso del Vaticano al país.
El diputado sandinista Edwin Castro, segundo secretario de la Asamblea Nacional, indicó que el plenario tiene previsto aprobar una resolución después del 15 de febrero para nombrar al Arzobispo de Managua a tan alta distinción.
Castro dijo que la idea “es una solicitud de todos los diputados” de ese poder del Estado, que desean entregar reconocimiento en vida al líder de la Iglesia Católica del país, por “su contribución a (resolver) las crisis en Nicaragua”.
Obando, quien presentó su renuncia al Vaticano al cumplir 75 años, cumpliendo con el derecho canónico que establece esa edad para el retiro, se encuentra en la Santa Sede desde el lunes pasado y regresa al país posiblemente el 12 de febrero.
BUSCAN LA BENDICIÓN
El legislador sandinista señaló que la distinción a Obando obedece a que el alto prelado “en todo su ministerio de vida ha sido pilar de salvación, factor de concordia y fuente de mediación en numerosas y diversas dificultades, diálogo, batallas y guerra”.
Agregó que su mérito va más allá e incluye “la historia contemporánea” al actuar ya como testigo garante y como mediador de paz en la época moderna.
Observó, además, que varios países del mundo y muchas instituciones nacionales y extranjeras han reconocido los méritos a Su Eminencia, al otorgarle un sinnúmero de condecoraciones “con las que se distinguen a los beneméritos de la humanidad”.
Castro aseguró que por esas razones es que la Asamblea Nacional, que controlan sandinistas y liberales que disputan la “bendición” de los altos jerarcas católicos del país, es que concederán el “honor” de declarar a Obando como “Cardenal de la Paz”.
Obando es unos de los testigos del diálogo tripartito entre el Ejecutivo, PLC y FSLN. Tanto liberales como sandinistas se oponen al Gobierno.
Los sandinistas se han acercado al Cardenal Obando desde los últimos dos años, luego de tener un largo enfrentamiento con la Iglesia Católica.