- Presidente insta a fuerzas políticasa un entendimiento y a contribuir al desarrollo económico
- Diputados dicen que sí, pero realidad política señala que el diálogo está más lejos de lo previsto
Eduardo Marenco, María José Uriarte y Ludwin Loáisiga
El Presidente de la República, Enrique Bolaños, hizo un llamado ayer a un “entendimiento nacional” durante su informe de gobierno anual ante el parlamento nicaragüense, cuyas principales fuerzas políticas se enfrentan al Ejecutivo, al dar marcha a unas reformas constitucionales que procuran recortar sus atribuciones.
El mandatario señaló, al final de un sereno discurso en el que evitó la confrontación con la Asamblea Nacional, que es momento de decisiones y acciones en beneficio del pueblo nicaragüense.
“Reitero una vez más, la necesidad de que iniciemos lo antes posible un entendimiento nacional, para continuar en el sendero del desarrollo que comenzó en estos tres años, y logremos mejorar aún más, la calidad de vida de todos y cada uno de los nicaragüenses”, señaló el Presidente.
En este sentido, advirtió que periódicamente reaparecen en la historia nacional, “ambiciones y egoísmos” que “han frustrado y dañado esos impulsos hacia un despegue y desarrollo económico”.
Bolaños añadió que no dará un paso atrás en la lucha contra la corrupción, seriamente erosionada gracias a las influencias que Arnoldo Alemán mantiene en la Asamblea Nacional, la Corte Suprema de Justicia y gracias al acuerdo o pacto político con Daniel Ortega, jefe de la segunda fuerza parlamentaria.
AGUAS TAIMADAS
Los diputados de la Asamblea Nacional parecieron retomar el llamado del presidente Enrique Bolaños para iniciar lo más pronto posible un diálogo que derive en un entendimiento nacional.
El diputado José Figueroa designado por la bancada sandinista para establecer los contactos con las otras partes señaló que de parte de la Asamblea Nacional, existe desde antes y ahora, plena voluntad política para dialogar sin condiciones.
La amenaza del secretario general del Frente Sandinista (FSLN) Daniel Ortega de destituir al presidente Bolaños si insiste en invocar instancias extranjeras para superar la crisis política, es para el diputado Jaime Morales Carazo, parte del juego político porque es del criterio que no es conveniente para el líder sandinista llegar a esos extremos.
“Yo creo que el diálogo no está tan cercano a como sería lo deseable”, comentó el diputado Morales.
PRIMERO DIÁLOGO, LUEGO REFORMAS
Analistas y miembros del gabinete estimaron que para salir de la crisis política entre los poderes del Estado, primero se debe celebrar un diálogo y hasta después, aprobar las reformas constitucionales.
“Para mí el diálogo es ya, no puede haber una reforma si no hay el diálogo”, alegó Herty Lewites, alcalde saliente de Managua. Agregó que si el diálogo nacional inicia después del 20 de enero será muy tarde para Nicaragua.
Por su parte, Ernesto Leal, secretario de la Presidencia, dijo que el gobierno ha tenido contacto con liberales y sandinistas para iniciar un diálogo, aunque todavía esperan respuesta.
Aseguró que si los diputados aprueban las reformas, el diálogo nacional sería complicado y recordó que un 77 por ciento de la población no está de acuerdo con los cambios en la Constitución.
Mientras, el ex vicepresidente Sergio Ramírez comentó que “los que tienen prisa están fallando, los que tienen prisa de asegurar su propio poder”.
Ramírez recomendó a Daniel Ortega y a Arnoldo Alemán sopesar adecuadamente la dimensión de las reformas.
GUERRA FRÍA
Para el legislador Jaime Morales Carazo, el posible uso de la fuerza para solucionar la crisis política actual es parte de la retórica de la Guerra Fría que viven los poderes del Estado. “Mientras no se caliente y no pasemos de las tapas, a otras cosas, mejor que siga así”, señaló el diputado de la bancada Azul y Blanco, disidente del Partido Liberal Constitucionalista.