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Yanquis ripostan con violencia
Ronald Blum
AP
TOKIO.- Jorge Posada disparó jonrones a diestra y siniestra para que los Yanquis de Nueva York se sacudieran ayer del tropiezo en la fecha inicial al bombardear 12-1 a los Devil Rays de Tampa Bay.
El puertorriqueño Posada remolcó seis de las 12 carreras de los Yanquis con su par de vuelacercas, conectados de ambos lados del plato.
Hideki Matsui deleitó a sus compatriotas en el Tokio Dome al conectar un palo de vuelta completa productor de dos carreras.
Un día después que Tampa Bay que sorprendió a los Yanquis, al vencerlos 8-3 en el partido inaugural de la temporada, Nueva York puso la casa en orden.
Kevin Brown se apuntó la victoria número 198 de su carrera en su primera salida con los Yanquis, tolerando seis hits a lo largo de siete episodios.
Tom Gordon y el panameño Mariano Rivera completaron la faena con un relevo impecable sin recibir hits.
Tony Clark, jugando en primera debido a que Jason Giambi resintió una dolencia en la rodilla, fue la otra gran figura por los Yanquis, al quebrar un empate con un jonrón de dos carreras.
Nueva York logró así evitar regresar a casa con una marca de 0-2 en su visita al Lejano Oriente, y de últimos en el Este de la Liga Americana.
El propietario George Steinbrenner tomó con serenidad la primera derrota, diciendo que “no importa cómo se empieza, sino cómo se termina”, pero un 0-2 podría haberlo obligado a cambiar de tonada.
Alex Rodríguez tuvo otro partido sin ton ni son, al irse de 5-0. En dos partidos con los Yanquis, el tercera base ha conectado un hit en nueve turnos y no ha producido carreras.
Derek Jeteer finalmente ligó su primer hit, un sencillo productor de carreras, tras irse en blanco en sus siete turnos iniciales.
Los Devil Rays picaron por delante en el primer capítulo gracias a un sencillo productor de Aubrey Huff.
Pero Matsui empató la ‘pizarra en el cuarto con un sencillo remolcador ante el venezolano Jeremi González, quien cargó con la derrota. El vuelacercas de Clark en el cuarto adelantó a los Yanquis 3-1.
En el quinto, Matsui se llevó la cerca, depositando la pelota en las tribunas del jardín central.