14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Olman Rostrán lució inmenso ante la artillería de Cuba, en una nueva demostración de su enorme desarrollo con la Selección Nacional. (LA PRENSA/Enviado Especial/Oporta)

Golliat resistió y se salvó

Como el inspirado David, Nicaragua se faja con Cuba Edgard Tijerino M. edgard.tijerino™laprensani.com SANTO DOMINGO.- ¡Oh no!, perdimos 2-1 ante Cuba en una batalla tan intensa y dramática como la de Trafalgar, obligando al enemigo a atravesar por un suplicio como el de Cuauhtemoc, en medio de un suspenso como el que cobijó la pelea […]

  • Como el inspirado David, Nicaragua se faja con Cuba

Edgard Tijerino M. edgard.tijerino™laprensani.com

SANTO DOMINGO.- ¡Oh no!, perdimos 2-1 ante Cuba en una batalla tan intensa y dramática como la de Trafalgar, obligando al enemigo a atravesar por un suplicio como el de Cuauhtemoc, en medio de un suspenso como el que cobijó la pelea que protagonizaron Alí y Frazier en Manila.

Comprobamos que no todas las derrotas tienen un sabor amargo, pero ésta provocó ese dolor lacerante que se multiplica cuando las ilusiones que nacen, se cultivan y crecen a lo largo de una actuación tan imprevisible como heroica, mueren súbitamente.

El inspirado equipo nica, tomó la honda de David y acertó la primera piedra en la frente del Goliat cubano. Y sobre esa ventaja de 1-0, estuvimos acariciando la posibilidad de disputar el oro Panamericano con Estados Unidos durante seis entradas. En el séptimo, Goliat se levantó de la lona y empató el juego, logrando resolverlo en el octavo con ese triple impulsador de Yulieski Gourriel que rompió nuestros corazones.

Ah, si pudiéramos regresar a ese pitcheo de Jairo Pineda y cambiar la trayectoria de la pelota. Pero, ¿cómo se cambia la historia de un hecho consumado? Si Grouchy hubiera regresado a tiempo, Napoleón no pierde en Waterloo.

¿Cómo diferenciar la realidad y la fantasía entre el pitcheo espectacular de Olman Rostrán y la respuesta ofrecida con un dominio abrumador por parte de Vicyohandri Odelin?

¿Cómo no saltar de nuestras butacas viendo realizarse ese out, que ni Rafael ni Da Vinci hubieran podido dibujar, con un fildeo preciso y la sincronización perfecta que exhibieron bajo terrible presión, el antesalista Michael Enríquez y el inicialista Juan Carlos Pedroso frustrando el excelente machucón de pelota de Jimmy Gonzalez?

Fue clave, porque el partido se desequilibraba y quizás para siempre. En ese instante, el Goliat cubano sintió un escalofrió recorriendo sus vértebras y vio a la muerte haciéndole señas.

Perdimos, pero el equipo no salió del parque con la frente marchita… El hit productor de Justo Rivas y la rápida expulsión del abridor Yosvani Aragón, colocaron a Nicaragua en ventaja 1-0.

El manager cubano Higinio Vélez aguijoneado por la preocupación, trajo a Odelin, a quien había reservado para enfrentar a Estados Unidos en la final… Pero, ¿cómo garantizar el boleto para la pelea del oro sin el aporte de su mejor brazo?

Odelin fue más allá de lo previsto sosteniendo un duelo impresionante con Rostrán mientras ponchaba a 13 en 8 entradas y un tercio, y salía a flote de una situación agobiante en el quinto, cuando cuatro toques de bola casi lo enloquecen.

No le puede exigir más a este equipo, y por supuesto, tampoco a Rostrán… Por 6 entradas, él estuvo transitando en la carretera que llevó a la grandiosidad a Julio Juárez en el 72 y Porfirio Altamirano en el 76, pero finalmente, cedió.

Perdimos 2-1 con Cuba en las semifinales de los Juegos Panamericanos de Santo Domingo… Pero no es tiempo de llorar amigos. Este equipo bravo, capaz de acompañar al Cid en sus cabalgatas, merece un gran reconocimiento. Vino en blanco y negro, y regreso a colores, en tercera dimensión.

Deportes

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí