Edgard Tijerino M. [email protected]
Una vieja y lacerante pregunta aguijonea a Boston cada vez que se acerca la hora del Play Ball… ¿Cuántos de los aficionados que vieron a los Medias Rojas ganar su última Serie Mundial en 1918, permanecen con vida, o conservan todos sus dientes?
Desde entonces, es decir desde que terminó la Primera Guerra Mundial, la fatal decisión de cambiar a Babe Ruth entregándoselo a los Yanquis, ha mantenido al equipo de Boston atrapado por una maldición, sin poder ganar una Serie Mundial.
Ni siquiera Ted Williams y Vernon Stephen pudieron lograrlo… Tampoco la tropa de Cal Yaztremski, Fred Lynn y Jim Rice, aunque ese equipo protagonizó en 1975 frente a los Rojos, una de las mejores Series de todos los tiempos sin poder usar a Rice… Luego, en la época de Wade Bogss y Roger Clemens, sólo avanzaron al clásico en 1986, cuando un error de Billy Buckner resultó terriblemente dañino en su hundimiento ante los Mets.
Pedro Martínez llegó a los Medias Rojas en 1998 para intentar derrotar a “la maldición”, y pese a su balance de 87 victorias por 24 derrotas, con dos temporadas de 20, una de 19 y otra de 18, en las cuatro completas que ha trabajado, lamentando una seria afectación por lesión que lo redujo drásticamente a 7-4 en el 2001, no ha podido llevar al equipo “más allá” del maleficio.
Las viejas intrigas saltan al tapete: ¿Podrán estos Medias Rojas de 2003 saltar sobre todos los factores adversos?… ¿Terminarán con el mito del Fantasma de Babe Ruth?
Difícil, muy difícil… Ah, si hubieran podido quitarle a los Yanquis al cubano José Ariel Contreras o quedarse con Bartolo Colón, finalmente conseguido por los Medias Blancas, los de Boston estuvieran siendo considerados temibles retadores de los Yanquis en el Este de la Liga Americana.
¿Quiénes no están?… Cliff Floyd un guardabosques de consistente bateo que fue obtenido el 30 de julio, Brian Dabauch diagnosticado como un futuro bombardero y que conectó 20 HR con 78 remolques en el 2002, Rey Sánchez un útil infielder, el relevista de 40 rescates Ugueth Urbina, Tony Clark un primera base que se pensó sería muy productivo, los pitcheres Dustin Hermanson y Rolando Arrojo y el veterano Rickey Henderson que estuvo en 72 juegos.
Las caras nuevas.– Todd Walker sacado de Cincinnatti con buenas cifras (183 hits y 299 de average) para jugar la segunda base, Jeremy Giambi, David Ortiz, Bill Mueller –un soporte en la antesala, listo para reemplazar a Shea Hillebrand en caso de ser cambiado–, Ramiro Mendoza de sólida reputación con los Yanquis como relevo largo, Mike Timlim y el chavalo Javier López adquirido por la Regla 5 del draft.
Lo mejor.– Además del brazo derecho de Pedro Martínez, es el bateo combinado que pueden proporcionar García Parra y Manny Ramírez, la parte de arriba del line-up con Damon y Walker, y el apoyo de Jeremy Giambi, David Ortiz y Trot Nixon.
Gran expectación.– Alrededor del pitcher Casey Fossum, vaticinado como un ganador de 15 juegos para este 2003, y cruce de dedos frente a Alan Embree como rematador. No se cree pueda responder como Ugueth Urbina.
Seguramente, Pedro volverá a tener otra temporada merecedora de un Cy Young, que sería su cuarto después de haber sido víctima de un atraco el año pasado, pero Boston, que terminó a 10.5 juegos de los Yanquis, seguirá acorralado por “La maldición del Bambino”.
EL LINE UP
Johnny Damon (118 CA, 178 H y .286) como primer bate y center fielder, Todd Walker (.299, 183 hits y 42 dobles) en segunda base, Nomar Garciaparra (197 H, 120 CE y 101 CA) en el short, Manny Ramírez (.349, 33 HR y 107 CE en 120 juegos) patrullando el left, Jeremy Giambi que estuvo con Oakland y Filadelfia en el 2002 es el posible inicialista, Shea Hillebrand (186 H, 94 CA, 83 CE) en tercera base, David Ortiz empujador de 75 carreras con 20 jonrones para Minnesota funcionará como Designado, Troy Nixon (81 CA, 94 CE y 24 HR) estará en el right y Jasón Varitek detrás del plato.
Pedro Martínez (20-4, 2.36 y 239 K) es el líder del staff respaldado por Derek Lowe (21-8 y 2.58), Tim Wakefield ( 11-5 y 2.81), Casey Fossum (5-4 y 3.46) y John Burkett.
En el bullpen, Alam Embree como cerrador no alcanza la dimensión de Ugueth Urbina, quien se fue, y para los trabajos de largometraje, Ramiro Mendoza (8-4 con 4 rescates y 3.44) llegado de los Yanquis y Javier López un prospecto de pitcheo submarino… El hombre clave, es Mendoza por supuesto.