- PMA y AID apoyarán con alimentos
ACAN-EFE
MANAGUA.- El Gobierno de Nicaragua, con apoyo de dos organismos internacionales, inició el envío de alimentos para 21,000 campesinos desempleados del norte del país, que desde junio pasado mendigan en las carreteras, informó ayer el ministro Agropecuario y Forestal, Augusto Navarro.
Los campesinos con sus familias, en su mayoría mujeres y niños, se han apostado a las orillas de las carreteras, donde piden comida o dinero, después de quedar en el desempleo y ser expulsados de las fincas cafeteras donde trabajaban hasta febrero pasado.
Navarro afirmó que la asistencia alimentaria para esas personas se inició en días pasados y que la proveen la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (AID) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas (ONU).
El ministro hizo sus declaraciones durante el acto simbólico de la entrega del “vaso de leche” para 250,000 niños del país, que realizó el presidente de Nicaragua, Enrique Bolaños, y que cuenta con la financiación del Gobierno de Japón.
Navarro admitió que la ayuda alimentaria enviada a los campesinos “hambrientos”, como se les llama, ubicados al aire libre en caminos y carreteras de los municipios de San Ramón y Tuma-La Dalia, a 185 kilómetros al noreste de Managua, “es insuficiente”.
“La ayuda enviada se queda corta comparada con la demanda que ese grupo de personas tiene”, precisó.
Añadió que “todos los nicaragüenses tenemos empobrecimiento grave y las estadísticas de pobreza (del país) son tremendas, pero aún así el Gobierno hace los mayores esfuerzos por resolver este problema”, agregó.
Navarro señaló que el Instituto de Desarrollo Rural aumentó de 1,000 a 1,700 los empleos del programa “comida por trabajo” para las personas que son jefes de familia de los “hambrientos”.
La Organización Internacional por el Derecho a Alimentarse (FIAN por sus siglas en alemán) pidió el martes al Gobierno de Nicaragua socorrer de urgencia a las miles de familias campesinas que padecen hambre en el norte del país, y donde ya se registran siete muertes.
Una misión de la FIAN, organismo con estatus consultivo ante las Naciones Unidas (ONU), verificó que la situación de esas personas es “dramática”, luego de ser invitada por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).