Roberto Orozco B. [email protected]
Carmen Hilleprandt, gerente de Asuntos Corporativos de la compañía British American Tobacco Central America (Batca), consideró un golpe serio a la economía y un factor de riesgo la inversión extranjera, el recién aprobado incremento de la tasa del Impuesto sobre la Renta (IR) para las personas jurídicas del 25 al 30 por ciento.
“A pesar que se dice que es cinco por ciento, si lo sacas aritméticamente cinco entre 25 es un 20 por ciento, entonces quiere decir que nosotros que lo pagamos actualmente, vamos a pagar un 20 por ciento más al Estado. Estamos revisando nuestras cifras y valorando los costos, no quiero adelantarme pero el impacto será bastante fuerte”, aseguró.
También reclamó por la imposición del 39 por ciento del impuesto específico al consumo (IEC) a los cigarrillos, aprobado también en la ley mencionada. El IEC venía desgravándose en un uno por ciento anual a partir del año pasado y, según la ejecutiva, para el 2003 este impuesto llegaría, antes de las reformas, al 38 por ciento.
Sergio Santamaría, director del Centro de Investigaciones y Asesorías Socioeconómica (Cinase), contrastó con las opiniones de Hilleprandt pues aseguró que más bien el incremento del cinco por ciento de IR a las personas jurídicas vendrá a darle “progresividad” al sistema impositivo.
“La tasa del 30 por ciento es una tasa que ya había estado en Nicaragua hasta hace dos años. Fue modificada tratando de promover la inversión extranjera y aumentar la recaudación”, dijo Santamaría al valorar que con el incremento, las cosas vuelven al estado anterior y con lo que las empresas no pierden, sino que se atrasan en sus ganancias.
Negó que la inversión extranjera huya porque el flujo principal de ésta se ha dado fundamentalmente en zonas francas y ellas no pagan impuestos. La otra inversión es vía turismo y tampoco paga impuesto.