- La falta de financiamiento, la poca modernización en la infraestructura productiva y la caída de precios internacionales hasta el borde de los 50 dólares el quintal oro, agravaron la crisis cafetalera que ha llevado a la gran mayoría de pequeños y medianos productores a la quiebra, en este año 2001
Leslie Nicolás Lacayo [email protected]
De los 30,040 caficultores que existen en Nicaragua, 26,000 producen en menos de 20 manzanas. Todos ellos son agricultores que sobreviven con la caficultura, y que hoy han tenido que dedicarse a otras labores agrícolas, en muchos de los casos, para poder sobrevivir con sus familias.
Otros son peones que trabajan en las haciendas de café, muchas con poca capacidad, debido a la problemática financiera y a la caída de los precios internacionales.
La crisis provocó que centenares de campesinos se concentraran a mediados del año en el Parque Los Monos, en Matagalpa, en busca de alimentos para ellos y sus familiares. Otros, más arriesgados, llegaron hasta Managua para reclamar respuestas a sus demandas.
Según datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC), la producción cafetalera para el año 2000-2001 fue de unos 112.9 millones de sacos de 60 kilogramos, y el consumo mundial esperado fue tan sólo para este mismo período de 103-105 millones de sacos, lo que incidió fuertemente en la caída de los precios.
SIN FINANCIAMIENTO
La falta de crédito para realizar las labores culturales (limpia de maleza, fertilización y fumigación) en los cafetales, este año, provocó que las mismas no se realizaran a como era debido. Cada productor hizo lo que pudo en dependencia de los recursos que se tenían en el momento. Esto hizo que el rendimiento productivo para este año 2001-2002 disminuyera, según cifras de los mismos productores.
En febrero de este año se observó como una alternativa a esta baja de rendimientos el producir con calidad.
Se dijo en ese momento que los productores que desearan aumentar sus rendimientos deberían mejorar su eficiencia productiva, siendo austeros con los pocos recursos que tenían disponibles. Claro, no permitiendo que se deteriorara la calidad del café que se iba a producir.
De ahí surgió entre los productores y exportadores de café la frase: “La calidad define el precio”, pues los exportadores trataron de hacer saber al productor que cuando el consumidor adquiere un producto de buena calidad, por ende obtiene mayor satisfacción, y, como resultado, está dispuesto a pagar un buen precio.
VIETNAM SATURÓ LA OFERTA
Más o menos desde marzo, Vietnam se venía perfilando como un factor determinante en la producción y oferta cafetalera de este año.
Pues datos proporcionados por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) indican que Vietnam habría obtenido una producción récord en la temporada 1999-2000, estimada en siete millones de sacos, superior en comparación con los 6.3 millones de la temporada 1998-1999. Esta situación provocó que Vietnam se convirtiera en un competidor directo de Brasil, en mercados como Japón e Inglaterra.
Ante esta situación, el Gobierno de Nicaragua a comienzos de marzo se esperanzó en la cooperación internacional, esperando un aporte económico proveniente de Taiwan y España, esto sería utilizado para la readecuación de la deuda de los productores.
En esta fecha, el entonces titular del Ministerio Agropecuario y Forestal (Mag-For), José Augusto Navarro, había anunciado que el gobierno estaba gestionando alrededor de 27 millones de dólares de parte del Gobierno de Taiwan y 30 millones de dólares por parte del gobierno español.
Navarro en ese entonces, en un plan para pequeños productores, propuso también la renovación de 10,000 manzanas de café.
De igual forma, en mayo de este año el gobierno anunció que se estaba trabajando en definición de políticas dirigidas a mejorar la situación de los diferentes productos agrícolas, y, en especial, la del café.
Julio Solórzano, Director de Política Tecnológica del Mag-For, dijo en su momento que en el caso del café ya habían iniciado algunas acciones, entre ellas, la promoción del café nicaragüense en el exterior.
SITUACIÓN EMPEORA
A pesar de las promesas del gobierno y de sus funcionarios, la situación empeoró en este mismo mayo, cuando las negociaciones entre productores y el gobierno se tensionaron, al rechazar este último la posibilidad de incluir reformas a una Ley de Moratoria que presuponía la suspensión de los intereses moratorios y embargos judiciales hasta por 300 días, de los productores cafetaleros.
Y para ipegüe de los cafetaleros, los fondos de China Taiwan y de España no se hacían efectivos.
Antonio T.S. Tsai, Embajador de China en Nicaragua, anunció que su gobierno desde diciembre de 2000 había desembolsado el dinero para el sector, pero que según él entendía, el Sistema Financiero Nacional no quería servir de intermediario de estos fondos.
Amílcar Navarro, Presidente de la Unión Nicaragüense de Cafetaleros (Unicafe), empezó a negociar con Genaro Muñiz nuevo titular del Mag-For. Se logró consolidar equipos de trabajo para unificar criterios, no obstante, en el mismo mes de julio, Navarro, en nombre de los caficultores, amenazaba al gobierno con las tomas de sucursales bancarias en todo el país.
Y la famosa Ley de Moratoria no sirvió de nada. Navarro hizo públicas las denuncias de embargos judiciales a productores y el encarcelamiento de algunos cafetaleros, por incumplimiento de pago a los bancos. Al final, la Ley que al inicio tanto reclamaron, fue vetada por el Ejecutivo.
De ahí en adelante, en teoría, se pusieron a la orden los fondos de 25 dólares por quintal exportado para aquellos cafetaleros que hubieran arreglado sus situaciones financieras con la banca comercial.
Pero los reclamos siguieron, en muchos casos el financiamiento siguió ausente, hasta llegar al inicio de la cosecha 2001-2002.
<ACUERDO DE FIN DE AÑO
Para el 21 de diciembre, el gobierno y los productores acordaron acciones concretas con el fin de poder cumplir con las labores de cosecha y beneficiado de la producción de este ciclo.
Así se definió la entrega de 25 dólares por quintal a los productores que firmaran un contrato de entrega de cosecha con la Junta Liquidadora del Banco Nicaragüense de Industria y Comercio (Banic), casas exportadoras o almacenes de depósitos y bancos comerciales.
Con la misma cosecha se podrán pagar dos cuentas: por un lado, el saldo pendiente en el banco, y, por otro, el financiamiento extra que se entregará a un grupo de cafetaleros que ya habían adelantado sus gestiones.
Los planes se realizaron con el Banic por ser este banco, según conformaciones extraoficiales, el que maneja una cartera cafetalera de unos 50 millones de dólares e involucra a unos 2,000 productores, en su mayoría de gran escala.
Sin embargo, aun con esto, el panorama a fin de año no cambió mucho. Los productores hablan de pérdidas de al amenos en un 40 por ciento de las cosechas, para este ciclo productivo 2001-2002, previsto en 1.8 millones de quintales.