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Recobran a niñito plagiado

Mujer secuestró y mintió para decir “te amo” Mercedes PeraltaCORRESPONSAL/LEÓN [email protected] El niño José Andrés Montoya Blanco (2), cuya madre lo reportó desaparecido a comienzos de mes en León, fue recuperado por la Policía y entregado a su madre Ana Bell Blanco Castillo, después que su presunta plagiaria, Francisca Montiel Mendoza (19), fuera detenida. Aparentemente […]

  • Mujer secuestró y mintió para decir “te amo”

Mercedes PeraltaCORRESPONSAL/LEÓN [email protected]

El niño José Andrés Montoya Blanco (2), cuya madre lo reportó desaparecido a comienzos de mes en León, fue recuperado por la Policía y entregado a su madre Ana Bell Blanco Castillo, después que su presunta plagiaria, Francisca Montiel Mendoza (19), fuera detenida. Aparentemente el niño estaba en buen estado.

Según el relato de la madre del menor, la desaparición del niño se produjo el domingo dos de septiembre por la mañana, cuando Francisca le solicitó se lo prestara para llevarlo al parque Arlen Siu, en la salida a Poneloya.

QUERÍA RECUPERARLO

En su declaración, la detenida revela que cambió de plan después que la madre aceptó su solicitud y se lo llevó al Valle Las Mayorga, en Posoltega, donde visitó a Darwin Antonio Serrano Aguirre (19), su ex marido, diciéndole que el niño que cargaba era hijo de ambos.

La historia inventada por la muchacha fue aceptada por Serrano Aguirre, que un día antes había regresado de Costa Rica, donde trabaja. La familia del muchacho también creyó la historia y le pidió al joven que se arreglara con ella y le diera su apoyo al niño.

FIN DE UNA MENTIRA

La historia de la paternidad se desvaneció ayer cuando la muchacha decidió buscar a Ana Bell para decirle que se encontraba bien. Al llegar a León, la supuesta plagiadora pasó por casa de su madre donde le dijeron que la Policía la buscaba, llegando a parar a la unidad supuestamente por colaboración del taxista que la identificó por las volantes que se encuentran pegadas en diversos puntos de la ciudad.

La Policía fue hasta la casa de Darwin Serrano, donde encontró al niño y se desvaneció la fantasía creada por la joven que soñaba recuperar un viejo amor, con una historia de falsa paternidad que la condujo a un delito por el que deberá enfrentar un proceso judicial.  

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