- Niños murieron atropellados
por un taxi
Carol Munguía – [email protected]
CHINANDEGA.- Dos de cuatro colegiales que ayer por la mañana iban rumbo a su escuela en la comunidad La Grecia Número 1, no alcanzaron a llegar a ella: fueron impactados por un vehículo que al salirse de la calzada los arrolló y cobró sus pequeñas vidas.
Los escolares, identificados por sus familiares como Lissette de la Concepción Sánchez Meza, de cinco años y Reinaldo Ernesto Catín Corrales de 12, murieron impactados por un taxi ruletero, placas 207-749, conducido por el señor Gregorio Antonio López, que se dio a la fuga.
“Faltaban 200 metros para llegar a la escuela “Profesora Angela Moreira”, cuando ese taxi les quitó la vida a los pobrecitos”, decían sus familiares presentes en la escena del accidente.
“Sólo vi que el carro venía sobre nosotros, vi los cuerpos que volaron en el aire y posteriormente caer en la pavimentada”, dijo Tania Lissette Catín, que resultó con pequeños golpes.
DUELO GENERAL
Las clases en el centro escolar quedaron semiparalizadas. El personal y alumnos de preescolar y tercer grado, donde estudiaban los occisos, estaban consternados por el accidente, y se prestaban a ayudar a los parientes de las víctimas.
En la Sala de Cirugía Pediátrica yace la cuarta víctima del accidente. Es Luis Arteaga Meza, de diez años, y estudiante del tercer grado, primo del fallecido Reinaldo Ernesto, y hermano de Lissette, quien era velada en su casa de habitación.
Junto a la cama del muchachito se encontraba su madre, doña Azucena Meza Corrales.
PRONOSTICO RESERVADO
El pediatra de turno, doctor Martín Valladares, expresó que el paciente recibió el impacto en el abdomen, y que los menores son una caja de sorpresas, por lo que hay que esperar 48 horas para saber si están fuera de peligro. La evolución de estos pacientes es reservada, dijo Valladares, quien no descarta daños en los órganos vitales y prevé una intervención de urgencia, para las próximas horas.
El conductor del taxi fue capturado luego de darse a la fuga, gracias a la colaboración de los vecinos, quienes lo persiguieron hasta alcanzarlo en la comunidad rural de San José del Obraje, y lo entregaron a la Policía Nacional para que responda por el accidente.
CORAZON PARTIDO
Doña Azucena Meza Corrales vela junto a la cama del hospital donde convalece su hijo Luis Arteaga Meza, mientras en la casa están velando a su otra hija, la pequeña Lissette. “Mi corazón está dividido, yo debo estar aquí porque éste todavía está vivo y me preocupa su estado”, decía pensando en el dolor que le causa no estar al lado de su niña muerta.