- En el dique que cubre la zona costera se aprecian varias fisuras en un trecho de tres kilómetros
Ramón Cruz – [email protected]
CORINTO.- Las fisuras registradas en la zona costera que no hace mucho tiempo fue reforzada con el objetivo de proteger a más de 6 mil habitantes, es considerado como el principal daño que dejó el paso del huracán Keith en este puerto.
El Comité de Emergencia Municipal valoró la urgencia de la atención del Gobierno Central en enviar más refuerzo de maquinaria a la Empresa Nacional de Puertos (EPN) la que inició las reparaciones.
“Es una amenaza para los habitantes de los barrios El Chorizo, Los Robles, San Martín, Invi, Camilo Ortega, entre otros, que de registrarse una marea alta corren el riesgo de sufrir inundaciones que puede provocar el mar por los actuales cauces que se formaron con las recientes lluvias”, según el capitán Dionisio Narváez, funcionario de la Defensa Civil en esta zona.
El buen estado del tiempo permitió enviar a sus hogares a todas las familias que permanecieron en los cuatro refugios. Únicamente falta analizar la forma de ayuda para dos familias que resultaron afectadas por el daño de sus viviendas, situación que será expuesta a la Alcaldía para la búsqueda de alternativas, apuntó el militar.
Por su parte, el alcalde municipal Danilo Lara Marenco, explicó que por las condiciones existentes en los centros de estudios ocupados como albergue para las familias, las clases están suspendidas y será hasta el próximo lunes que se reabrirán las aulas.
“Nuestra principal preocupación es buscar la solución para el dique en la zona costera donde se aprecian varias fisuras en el trecho de tres kilómetros”, explicó el edil.
El Ministerio de Salud por su parte ha disgregado varias brigadas de salud para el muestreo del agua de consumo, inspección para detectar problemas de salud, principalmente con los niños, informó el doctor René Quezada, subdirector del Hospital José Schendell.
Hasta el momento no existe ningún brote epidémico, sin embargo la vigilancia médica es permanente debido a que las charcas que aún existen pueden ser criaderos de zancudos.