- La toma de posesión del nuevo mandatario está prevista para cinco días después de que sean proclamados y se hagan cargo de su acta de diputados los 165 miembros de la nueva Asamblea Nacional
Jesús María Alonso (EFE)
CARACAS. – Más de 11,7 millones de electores han sido convocados para hoy a las urnas para cambiar la fisonomía institucional de Venezuela, en la mayor y más compleja elección celebrada en su historia y en la que se prevé una abstención sin precedentes.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), máxima autoridad en materia de votaciones, teme que seis millones de personas se queden en sus casas, lo que alcanzaría niveles “históricos” de abstención, en un país en el que en las últimas votaciones la participación ha estado entre el 87,75 por ciento de las presidenciales de 1983 al 63,76 por ciento de las de 1998.
José Manuel Zerpa, directivo del CNE, informó a los periodistas de que la abstención puede rondar el 52 por ciento del electorado, pero confían en que en el último momento muchas personas acudan a votar, a pesar del mal tiempo que se prevé para hoy domingo.
El ministro de Relaciones Exteriores, José Vicente Rangel, dijo ayer, en la jornada de reflexión, que es “imprescindible” que los ciudadanos salgan a votar, “sea a quien sea, porque la omisión del voto siempre favorece a alguien”.
Rangel manifestó a EFE que el Gobierno no ha tenido conocimiento en las últimas horas de incidente alguno relacionado con las elecciones.
“La tranquilidad es plena. Ni la Dirección de Inteligencia Militar, ni la DISIP (policía política), ni la Policía Técnica Judicial, ni los 65.000 efectivos militares que vigilan el normal desenvolvimiento de los comicios, ni los observadores nacionales o internacionales han reportado incidencias”, añadió el canciller.
En el área de Caracas, las autoridades han desplegado el Plan Avila, a fin de prevenir y evitar eventuales acciones de sabotaje y alteraciones del orden público durante la jornada electoral.
Tanto el director de Defensa Civil, Angel Rangel, como el servicio meteorológico de la Fuerza Aérea anunciaron que hoy domingo se esperan aguaceros en todo el país, donde en los últimos días ha habido fuertes tormentas.
Las votaciones múltiples contemplan la elección de un presidente, una Asamblea Nacional de 165 miembros, 23 gobernadores, 219 diputados regionales, 336 alcaldes y 13 concejales metropolitanos, doce escaños para el Parlamento Latinoamericano y cinco para el Andino.
En los comicios se legitimarán casi todos los poderes del Estado Bolivariano diseñado por la Constitución de diciembre de 1999, inspirada por el actual presidente y candidato a la reelección, el ex militar golpista Hugo Chávez Frías.
El pasado 25 de mayo, tres días antes de las previstas “megaelecciones” que iban a renovar la totalidad de los poderes por elección popular, el Tribunal Supremo de Justicia suspendió los comicios y los dividió en dos partes, celebrándose el domingo el grueso de las votaciones y dejando para el 1 de octubre las circunscripciones locales.
Chávez parte como favorito en las encuestas previas de opinión, que le otorgan entre 15 y 20 puntos porcentuales de ventaja sobre su principal rival a la Presidencia, su antiguo amigo y compañero de armas Francisco Arias Cárdenas, ahora opuesto al “chavismo”, y casi 50 puntos sobre el ex socialdemócrata Claudio Fermín.
En la larga campaña, dividida en dos etapas, ha habido una ausencia absoluta de debate y se ha derivado en una reiteración tediosa de las propuestas de los candidatos, que se han apoyado más en su carisma personal que en programas de gobierno.
Con estos comicios culmina un largo proceso de convocatorias a las urnas desde que Chávez llegó a la Presidencia, en febrero de 1999, en los que ha sacado adelante su Constitución y ha puesto patas arriba el esquema de poderes vigente, excluyendo de la escena política a los partidos Acción Democrática (socialdemócrata) y COPEI (democristiano), que la monopolizaron entre 1958-1998.
Si Chávez es reelegido ha prometido suavizar su lenguaje político e invitar a todos los sectores, incluyendo a los que ha combatido, a participar en el nuevo Estado para sacar a Venezuela de la crisis que arrastra desde hace dos décadas.
Sus rivales, que no confían en ese cambio de imagen, han resaltado que con Chávez Venezuela está abocada al autoritarismo y a una acentuación de la crisis económica e institucional.
La toma de posesión del nuevo mandatario está prevista para cinco días después de que sean proclamados y se hagan cargo de su acta de diputados los 165 miembros de la nueva Asamblea Nacional.