Pese a que el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) está mostrando graves dificultades para captar nuevos afiliados, el régimen de Daniel Ortega rebajó a su nivel más bajo la tasa de desempleo abierto en Nicaragua en septiembre de los últimos cuatro años, según datos recién actualizados por el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide).
Hasta septiembre, la tasa de desempleo abierto fue de 2.4 por ciento, mostrando una disminución interanual de 1.1 puntos porcentuales, y de 0.6 puntos porcentuales con respecto al mes anterior. El año pasado en similar lapso este indicador era de 3.5 por ciento.
En paralelo también la tasa de subempleo a nivel nacional, que es el porcentaje del total de personas ocupadas que trabajan menos de las horas establecidas por semana y personas que trabajan más de las horas establecidas por semana, pero ganan menos del salario mínimo, se situó en 38.3 por ciento, para una disminución interanual de 0.9 puntos y de 0.3 puntos con respecto al mes anterior. El año pasado era de 39.2 por ciento.
Mercado laboral estancado
En un reciente análisis el economista Carlos Muñiz señaló que en realidad lo que ha habido en el mercado laboral es un estancamiento que no está en correspondencia con las tasas de crecimiento que en los últimos años ha asegurado el Gobierno tras tres años de recesión (2018-2020).
“El estancamiento del empleo y la caída del empleo formal desde el 2017 se explica por la continua incertidumbre política y represión, el atropello cada vez mayor a la institucionalidad del país, la creciente discrecionalidad del Gobierno y el acoso a las empresas que no solo afectan adversamente la inversión, la productividad y el crecimiento, sino que también conllevan a menor empleo y mayor la informalidad al generar miedo, desconfianza y dificultades de movilización”, explicó.
“Pero también nos lleva a preguntar cómo el país pudo haber crecido 10.3 pc desde el 2017 sin que el empleo haya aumentado. Y también porque el desempleo bajó del 3.7 por ciento en 2017 al 3.4 por ciento en 2023 luego de haber aumentado al 5 por ciento en 2020”, cuestionó.
De hecho, la baja tasa de desempleo abierto que asegura el régimen se registró en septiembre contrasta con la pérdida masiva de afiliados en el INSS. En ese mes se reportó una de las mayores pérdidas de trabajadores en lo que va del año: 7,381 en un mes.
Hasta septiembre de este año, el Instituto reportó una base de afiliados de 793,998, por debajo de los 801,379 observados en el mes anterior. La reducción es más drástica si se compara esa cifra con abril, cuando se había alcanzado el máximo en lo que va del año: 812,151 afiliados.
Y pese a la pérdida masiva de empleo en septiembre, el BCN en la actualización de sus perspectivas económicas el mes pasado aseguró que “en línea con el desempeño de la actividad económica, la tasa de desempleo permanece baja (3 por ciento a agosto), acompañada de reducción en la tasa de subempleo, manteniéndose, no obstante, el rezago en la recuperación de la participación laboral”.
Pero además señala que la economía está arrojando señales de “estabilidad en el empleo formal, con aumento interanual de 1.1 por ciento en la afiliación al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social”, es decir ignorando la variación en ese mes con respecto a agosto y abril de este año.
La pérdida masiva de empleo en el INSS contrasta con el crecimiento del Producto Interno Bruto al primer semestre que fue de 4.7 por ciento, impulsado por la demanda interna debido al dinamismo del consumo y de la inversión, lo que se vio atenuado por la disminución de la demanda externa neta.
No obstante, el economista Néstor Avendaño explicó en su blog personal que “si la producción está sólida al crecer a un buen ritmo, se puede afirmar que el mercado laboral está fuerte y los aumentos de los precios se han desacelerado hasta alcanzar un ritmo normal”.
Según el Inide también la tasa de presión general —que son los trabajadores que quieren cambiar de empleo más los que están en busca de uno—, se redujo a 8 por ciento menos que el 10.5 por ciento en septiembre 2023, siendo de 8 por ciento en el área urbana (10.1 por ciento en Managua), y de 8.2 por ciento en el área rural.
En tanto, la participación de la fuerza de trabajo a nivel nacional resultó en 66.4 por ciento (67.6 por ciento en septiembre 2023), 64.3 por ciento en el área urbana (62.6 por ciento en Managua), y 69.9 por ciento en el área rural, precisó el Inide.
Los sectores que más empleos generan
Pero en qué sectores se están empleando los nicaragüenses. Según el Inide las actividades económicas con mayor participación en la ocupación fueron: Agropecuario, Caza, Silvicultura y Pesca (27.2 por ciento), Comercio (21.6 por ciento), Servicios Comunales (19.4 por ciento) y la Industria Manufacturera (10.3 por ciento), que en conjunto concentraron el 78.5 por ciento del total de ocupados (78.7 por ciento en septiembre 2023).
En cuanto a la distribución de los ocupados por categoría ocupacional, la participación de los asalariados (44.5 por ciento del total) mostró disminuciones de 0.4 puntos mensual, y de 0.2 puntos interanualmente.
Por su parte, la participación de los trabajadores por Cuenta Propia (36.5 por ciento) mostró disminución mensual de 0.2 puntos y aumento interanual de 1.2 puntos. Finalmente, la participación de los trabajadores no remunerados se ubicó en 12.6 por ciento y de los empleadores en 6.5 por ciento.