Origen humilde. Julieta Emilia Cazzuchelli, Cazzu, nació el 16 de diciembre de 1993 en un pueblo de 12 mil habitantes llamado Fraile Pintado, anclado en el partido de Ledesma, provincia de Jujuy, a unos 1,540 kilómetros del icónico Obelisco de Buenos Aires. Ahí en Fraile Pintado el principal recurso económico es la producción agrícola. Su papá, un camionero aficionado al folclor, la rodeó de música cuando era niña; pero la que parecía destinada al escenario era su hermana Florencia, quien posee el talento del oído absoluto y era muy buena en voz e instrumentos. A Julieta le costaba más aprender, pero no le faltaron las ganas.
Capitalista. Desde niña tuvo claro que quería hacer dinero. Siempre fue “la capitalista del hogar”, confesó en una entrevista. Su primer negocio fue vender en la plaza del pueblo, en compañía de una amiga, los “panchos” (hot dogs argentinos) que preparaban sus mamás. Cuando alguien de la municipalidad intentó correrlas de su punto de ventas, la pequeña Julieta fue a buscar al mismísimo intendente para solicitar respaldo y continuar con su negocio. A los 12 años se cortó el pelo a espaldas de su mamá y lo vendió para comprarse una pista de Hot Wheels. Después vendió bisutería que armaba ella misma, en la pollería de su madre.
Acoso. Ha sido víctima de bullying en distintas etapas de su vida. De niña la molestaban por su estilo excéntrico; más tarde, sobre todo cuando inició su relación con el cantante Christian Nodal, en las redes sociales la atacaron por su físico, haciendo comparaciones con la también cantante Belinda, expareja del mexicano. Además, cuando llegó a Buenos Aires para iniciar su carrera musical, la discriminaban por provenir de Jujuy. Según Cazzu, la capital argentina tiene una cultura centralizada y a los que no son porteños los llaman “del interior” y les hacen bullying por su acento. A ella le pedían una y otra vez que dijera las cosas de nuevo, “porque tenía lindo acento”.
Cumbia. Antes de volverse famosa, Julieta cantaba cumbias y su nombre artístico era Juli K. Sin embargo, su carrera se estaba yendo al traste y la artista se reinventó en el género del trap, del que ahora es considerada “jefa” y “princesa”, y lo hizo usando su apodo de toda la vida: Cazzu. Aunque hay quienes han querido tachar de negativo su pasado musical (incluso un youtuber llegó a llamarla “negra cumbiera”), Cazzu está orgullosa de su trayectoria y “debajo de una nalga” tiene tatuada la palabra “cumbia”. “No hay nada más trap que la cumbia, así que no me rompan los huevos”, expresó cuando tenía 24 años en entrevista con el diario argentino La Nación.
Tatuajes. A la artista le encantan los tatuajes y se ha hecho alrededor de sesenta. Tiene una araña en el hombro izquierdo, un corazoncito en el pómulo derecho, la palabra “frágil” en el abdomen, una Hello Kitty armada en el brazo izquierdo y en el antebrazo un fusil que dispara un corazón. También tiene una calavera que es símbolo del género urbano. Otro tatuaje simbólico es el que dice “C14torce”, el nombre de una de sus canciones melancólicas. Ese lo tiene en el cuello a la altura de la glotis. En el pecho luce la palabra “inseguridad”, pero con la “in” tachada. Para ella eso expresa la dualidad humana, ya que todos nos movemos entre ambos estados: inseguridad y seguridad.
Romances. Antes de Christian Nodal, Cazzu tuvo algunos amores de mediana importancia. Uno de ellos fue Bad Bunny, con quien la vieron besándose, aunque la trapera aclaró que entre ella y el “Conejo Malo” solo había una gran amistad. Su único novio reconocido, antes de Nodal, fue Tomás Manuel Campos, argentino y músico como ella. La propia Cazzu ha admitido que solía elegir a “pibes” con los que sabía que no iba a funcionar, pues su relación más importante es la que tiene con la música. Y ahora con Inti, la bebé que tuvo con Nodal.
Inicios. Los profesores la motivaban a participar en los actos del colegio, en los que principalmente cantaba folclor. Luego formó parte de bandas locales especialistas en covers y con ellas interpretó canciones de Los Beatles, Scorpions y La Torre, aunque era más fan de Eminem, Linkin Park y Avril Lavigne. También le gustaba My Chemical Romance y se delineaba los ojos a la manera de los emos de la época. Gracias al internet y al programa de descargas Ares, descubrió el reguetón y se volvió gran admiradora de Daddy Yankee. A los 14 años remplazó a la vocalista de una banda de cumbia y sumó este género a sus pasiones.
Buenos Aires. En 2016, luego de intentar en vano vencer al monopolio de la industria musical argentina, se mudó a Buenos Aires con la excusa de estudiar Diseño Multimedial en la escuela DaVinci. Ella sabía que su meta era otra. Alquiló un departamento cerca del lugar donde su papá estacionaba el camión que manejaba desde Jujuy y empezó a trabajar en su carrera musical. En 2017 lanzó su álbum Maldade$, que la convirtió en la primera trapera argentina. Pero fue con el tema Loca que se volvió conocida en Latinoamérica, España y Estados Unidos. Aunque su fuerte es el trap, ha demostrado ser una artista versátil, con una tesitura dulce, interpretando temas como Alfonsina y el mar, y Como la flor.
Amistad. El pasado 31 de octubre Cazzu habló por primera vez sobre su separación de Nodal, quien el 23 de mayo recurrió a un comunicado para informar sobre la ruptura y el 10 de junio confirmó su noviazgo con la cantante Ángela Aguilar, con quien se casó el 24 de julio. Cazzu brindó la entrevista al programa argentino de YouTube “PLP”, donde una de las conductoras es su amiga íntima Joaquinha Lerena De La Riva, conocida como “La Joaqui”. En uno de los momentos más emotivos, las jóvenes recordaron los momentos duros que han enfrentado juntas, incluida una relación abusiva de la que Cazzu, quien además es una abanderada del feminismo, salvó a su amiga.