La dictadura de Daniel Ortega, a través del Ministerio del Interior, canceló otros 169 organismos sin fines de lucro (OSFL/ONG), lo que suma un total de 5,664 ONG canceladas desde 2018, según el conteo de organizaciones nicaragüenses que trabajan en el exilio. Dentro del paquete destacan decenas de asociaciones religiosas, entre ellas la Iglesia Morava de Nicaragua.
Lea también: Ministerio del Interior cancela 1,500 ONG en un solo paquete
Como ya es habitual, la lista de ONG canceladas fue publicada en el diario oficial La Gaceta. El Acuerdo Ministerial 40-2024-OSFL establece que estas 169 asociaciones incumplieron las leyes que las regulan, lo que es la realidad una excusa, ya que el régimen se cierra a recibir la documentación que estas proveen para su continuidad.
Entre estas nuevas cancelaciones, hay 80 organizaciones de iglesias evangélicas.
Particularmente la Iglesia Morava de Nicaragua, que es la religión que practican las comunidades de la Costa Caribe de Nicaragua, ya había sufrido golpes del régimen. En julio pasado, Anexa Alfred, miembro del Mecanismo de Expertos de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, expuso que en la Costa Caribe “la religión es la morava. La libertad religiosa de las comunidades de la costa caribeña ha seguido sufriendo graves repercusiones con el cierre de los espacios en el país, en respuesta a una política de control absoluto promovida por el régimen sobre las autoridades territoriales”.
La presencia morava en Nicaragua se remonta a 1847, cuando los misioneros moravos alemanes comenzaron en el Caribe Sur. Desde el principio, su labor se desarrolló entre los pueblos indígenas y los afrodescendientes, los miskito, sumu y rama. En 1899 fue ordenado el primer pastor nicaragüense. En 1972, el liderazgo y la administración de la Iglesia Morava pasaron a manos de un pastor nativo, y la iglesia se hizo completamente autónoma en 1974, organizándose en un sínodo provincial que se reúne cada tres años y una junta ejecutiva presidida por un superintendente.
Iglesia Morava con presencia en las más recónditos territorios indígenas
Anexa Alfred dijo que aunque la Iglesia Morava fue ilegalizada, la organización y las obras de la misión Morava van más allá de la legalidad.
“Hay que tener presente que si bien es cierto que la manera en la iglesia morava podía ayudar en las comunidades era a través de la figura de organización no gubernamental, estas iglesias tienen una presencia física en territorios comunales, fuera del alcance del Estado, pues que estas tienen la característica de ser inembargables, imprescriptibles e inalienables, eso significa que están fuera del alcance tanto comercial como estatal”, dijo Alfred.
Alfred dijo que muchos de los templos se han construido por las comunidades indígenas, acarreando los materiales hasta las profundidades de su territorio en tierras comunales.
“Esta es una agresión no solo a la libertad religiosa, sino también al derecho de los pueblos indígenas. Lamentamos profundamente esto que está pasando”, dijo Alfred.
La Iglesia católica y la Iglesia evangélica han sido dos de los grupos más golpeados por la cancelaciones de ONG en los últimos tres años, lo que para los críticos supone un ataque de la dictadura contra la religiones, por no ceñirse a sus lineamientos.
Asociación Camilo Ortega
También fue cancelada la Asociación 26 de Febrero 1978 Comandante Camilo Ortega Saavedra in Memoria, que conmemora al hermano del dictador, quien murió en esa fecha durante la guerra. La asociación estaba conformada por sobrevivientes de la “gesta heroica los Sabogales”. Según el acuerdo, no reportó estados financieros períodos 2019-2023 y juntas directivas vencidas desde el 21 de marzo de 2021, otra de las excusas para el cierre de los organismos.
También hay 37 asociaciones de ganaderos que se suman a las 151 organizaciones empresariales canceladas hace cinco días. Hay nuevas cancelaciones de asociaciones hípicas, educativas, de mujeres, entre otras.
El pasado 19 de agosto, la dictadura canceló 1,500 ONG, el mayor número de cancelaciones ordenadas en un solo día.
Desde 2018 el régimen ha ido exterminando a las ONG que se encargaban de labores sociales en el país y que tenían proyectos en lugares remotos donde incluso ni el Estado llega. La guillotina dictatorial ha acabado con organismos dedicados a temas de educación, salud, género, promoción de la no violencia, etc. y se ha ensañado con asociaciones religiosas —especialmente católicas— que hacían labores sociales en municipios.