han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. A pesar de las agresiones y ataques de la dictadura, aquí seguimos, informándote.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Durante los primeros días de la rebelión de abril de 2018 en el barrio indígena de Monimbó. Foto: Oswaldo Rivas.
El ojo de Oswaldo Rivas: del fotoperiodismo al destierro
Llegó a la fotografía por accidente. Se enamoró de ella con mucha pasión y su vida estuvo en riesgo por los conflictos que le tocó vivir en Nicaragua y la región. Hoy vive en un exilio forzado, con un futuro incierto, pero con la firme convicción que algún día volverá a tocar una cámara.
Oswaldo Rivas llegó a mediados de 1987 a la Agencia Nueva Nicaragua (ANN), la agencia de prensa del oficialismo sandinista en los años ochenta. Venía el cierre de año fiscal y lo mandaron al departamento de fotografía para hacer el inventario de los equipos fotográficos ya que Rivas era parte del Departamento de Contabilidad. Ese fue su primer contacto con la fotografía.
Estaba levantando un inventario cuando el jefe de ese departamento, un italiano de nombre Bonaventura D’caloris, le dijo que estaba iniciando un curso de fotografía para jóvenes desmovilizados del servicio militar, que necesitaba preparar jóvenes fotógrafos de Nicaragua ya que todos los de la agencia eran extranjeros. A este ofrecimiento Rivas se negó porque su meta era estudiar Finanzas, pero el salario como fotoperiodista superaba el doble de lo que ganaba en el departamento de contabilidad.
Para entonces tenía un hijo recién nacido y necesitaba salir adelante con su familia, así que decidió tomar el curso y desde entonces se quedó en el mundo de las luces y las sombras.
Eran tiempos de guerra en Nicaragua, así que además de ser fotógrafo lo convirtieron en corresponsal de guerra, sumergiéndose a una vida de constante riesgos por los conflictos que le tocó cubrir en Nicaragua y la región centroamericana a lo largo de su carrera. También llegó a ser el segundo jefe del departamento de fotografía de la ANN.
A inicios de los años noventa, Rivas quedó desempleado y trabajó de manera independiente para los nuevos medios impresos que se estaban fundando en esa época, hasta que llegó una oportunidad para trabajar en el diario La Tribuna, a inicios de 1993, donde llegó a ser el jefe de fotografía del primer diario digital e impreso a colores. En la Tribuna le tocó cubrir la famosa toma de Estelí en julio de 1993 y en esa ocasión uno de los rearmados al mando de Pedrito El Hondureño le apuntó con un fusil AK-47 para que dejara de hacer fotografías y abandonara el lugar.
Oswaldo Rivas ha trabajado más tiempo en medios internacionales que en los nacionales. En 1997 le llegó la oportunidad de trabajar para la agencia Reuters, con quien estuvo hasta 2020. Entre las coberturas que hizo destacan las de un terremoto en El Salvador, el golpe de Estado en Honduras, la visita del papa Juan Pablo II en Nicaragua y México, y también las asonadas impulsadas por Daniel Ortega.
Cuando estalló la crisis política en 2018, Rivas colaboró para Reuters, AFP y para The New York Times, y permaneció en Nicaragua hasta inicios de junio de 2024, cuando la Policía andaba a la caza de este fotoperiodista.
Logró escapar con lo que andaba puesto. No tuvo tiempo de ir a su casa que ya estaba siendo ocupada y saqueada por la Policía. Se escondió y logró salir por veredas a un país vecino donde tomó un vuelo hacia Estados Unidos, país en el que inició una nueva vida desde cero, sin escuchar el clic de las cámaras fotográficas y con dos trabajos con horarios extenuantes.
Puede interesarte
COMO BENEFICIO DEL PLAN PREMIUM PODÉS COMENTAR EN TODOS NUESTROS ARTÍCULOS.
El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y
así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.
Comparte nuestro enlace:
Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte
aquí