La puesta en escena política de la vicepresidenta Kamala Harris después de la renuncia a la candidatura para conseguir un segundo periodo por parte de Joe Biden, le dio un respiro a las esperanzas del Partido Demócrata de mantenerse en el poder del país más poderoso del mundo (por ahora). Al momento de escribir este artículo los informes sobre los resultados de las últimas encuestas de opinión entre Kamala Harris y Donald Trump han dado un giro y tal como se esperaba, ella aventaja al expresidente Trump por cuatro puntos y a mi juicio esa diferencia irá aumentando en la medida que avance la contienda electoral y la vicepresidenta Harris sea confirmada como candidata oficial del Partido Demócrata.
Lo que no debemos olvidar, o mejor dicho obviar, es que por décadas los gobiernos de los Estados Unidos se han convertido en lo que yo llamo el sheriff del mundo, es decir que lo que acontece más allá de las fronteras de los Estados Unidos ha sido del interés de los gobernantes de turno. Así ha sido en los últimos tiempos y todos lo hemos visto con los diferentes gobernantes comenzando con Jimmy Carter, Ronald Reagan, los Bush, Clinton, Barack Obama y últimamente con Joe Biden. Todos en algún momento de su administración tomaron decisiones que afectaron a uno o más países y de alguna manera esas decisiones afectaron las candidaturas de quienes aspiraban a sucederlos dentro de sus respectivos partidos y en esta ocasión no va a ser diferente.
En pocas palabras, las aspiraciones presidenciales de Kamala Harry en gran parte están ligadas a las decisiones que en política internacional tome el presidente Joe Biden, por esa razón es que tanto Donald Trump como su candidato a vice, han convertido en eje de su campana los errores políticos del actual presidente, hasta llegar a declararlo con epítetos de viejo senil, decrépito, incapaz de tomar decisiones.
Esto para muchos quedó en evidencia el día del tristemente célebre debate presidencial entre Donald Trump y Joe Biden. Ese día fue tan evidente el deterioro mental del actual presidente que hasta miembros de relevancia dentro de su propio partido (Demócrata) le sugirieron públicamente que renunciara a su candidatura, pues de no hacerlo la victoria en la contienda por parte del Partido Republicano era casi segura. El que Joe Biden haya anunciado su renuncia a la candidatura y pedido el apoyo para su vicepresidenta Kamala Harris, le dio un respiro y definitivamente metió en la contienda a los demócratas con la precandidatura de Kamala.
Pero como reza el título de este artículo, la suerte de Kamala Harris pasa por las manos de Joe Biden. Paso a explicarlo. Como expresé anteriormente, por décadas los gobiernos americanos se han convertido en el sheriff del mundo, lo que la forma en que responden a las situaciones que suceden en el mundo les afecta directamente y en esta ocasión no va a ser diferente. Por lo tanto, de la forma en que la administración Biden responda a los más recientes retos planteados actualmente, va a repercutir directamente en la aceptación que los votantes norteamericanos tengan sobre las aspiraciones de Kamala. Esto lo saben y lo huelen tanto Donald Trump como su equipo de campaña y por ello se le han lanzado al cuello a Kamala responsabilizándola directamente de la situación que se está viviendo actualmente en el mundo.
Termino afirmando que, si la administración del presidente Joe Biden no demuestra, más allá de toda duda, su capacidad para dar respuesta al último desafío que tiene ante sus narices, puedo asegurarles que Kamala tendrá dificultades para cambiar la imagen que tiene una buena parte del pueblo norteamericano sobre la actuación de la administración Biden de la que ella es parte. El equipo del candidato republicano y el mismo Donald Trump se encargarán de restregarle en su cara la complicidad y responsabilidad al ocultar la enfermedad del presidente y la harán ver como corresponsable de lo ocurrido en la más reciente crisis planteada en Latinoamérica.
¿Cómo van a responder a este reto el presidente Joe Biden y su equipo? No tengo idea, aunque es posible que su actuación tendrá mucho que ver con su compromiso de asegurar el triunfo electoral de Kamala. Lo veremos dijo el ciego.
El autor es analista político y directivo nacional de las Fuerzas de Veteranos de Guerra de la Resistencia Nicaragüense.